El Grupo Centenario y la Pintura en Chile
 

 

Al iniciarse el siglo XX, Chile debe enfrentar una serie de acontecimientos políticos, económicos y sociales que pusieron a prueba la estabilidad de la República.

En la esfera artística se advierten ansias de renovación.

La influencia francesas, que había sustentado gran parte de la plástica, la arquitectura y literatura del Chile del siglo XIX, estaba empezando a considerársele como una influencia ajena y desgastada para nuestra realidad como país.

Siendo incapaz ésta de comprometer vitalmente al artista, al considerarla como el reflejo de una cultura ajena e incomprensible respecto a valores y orígenes del alma nacional y su proyección latinoamericana.

El 18 de Septiembre de 1910, se inaugura el recién construido Museo de Bellas Artes, esto se enmarcó en las pomposas celebraciones del centenario de la Independencia Nacional.

En este edificio se consagra oficialmente el arte tradicional, siendo a la vez muestra de los talentos nacionales, lo que despierta en las esferas culturales del país un sentimiento de búsqueda, interés y exaltación de los valores patrios.

Como dijimos anteriormente, en Chile surge una nueva modalidad de pensamiento que estimula los campos del quehacer humano, traduciéndose generacionalmente en una modificación valorativa – y no de ruptura - con lo entonces parámetros oficiales, muestra significativa de ello va a ser la recuperación del por años marginado aporte hispano.

Dicha actitud crítica, se debe posiblemente a la incorporación a las Academias de gente de origen más modesto. Siendo esto reflejado inicialmente, por el período que rodeó a los primeros gobiernos de los dos grandes caudillos que marcarán gran parte del escenario político hasta mitad del siglo XX: Don Arturo Alessandri Palma y Carlos Ibáñez del Campo.

Etapa que marca el surgimiento de la clase media como sector importante de nuestra sociedad.

La divulgación de la enseñanza y de la cultura los incorpora paulatinamente al quehacer intelectual, viendo en éste un vínculo de crítica social y de transformación.

Esto significó, que en la plástica no sólo cambia la disposición con que se recibía el arte extranjero, sino que ya no se ve la obra plástica con un fin esencialmente estético de placer visual puro, sino que también con un cierto atisbo connotación denunciante.

En la pintura se destaca el grupo "Centenario" o también conocido, como la "Generación del '13".

Su importancia, es de ser el primer movimiento pictórico en Chile, que busca plasmar a través de sus representaciones figurativas, los valores autóctonos y la cotidianeidad.

Imágenes de connotaciones reivindicativas hacia la chilenidad, el indigenismo, la americaneidad y el hispanismo siendo principalmente expresadas en escenas de paisajes naturales, urbanos y en algunos casos históricos. Manifestado en el tratamiento temático y pictóricos de sus obras, la influencia de pintores tales como: Goya, Claude Monet y Cézanne.

“(...)Viven enamorados de los rincones y de los restos de un pasado que se diluyen en el tiempo (...)” Romera, Antonio ”Primer asedio a la Pintura Chilena”, Santiago, Editorial Nacimiento 1969,  pág.14.

La generación del '13, es un grupo de pintores que tienen aproximadamente la misma edad, proveniente en su mayoría de la clase media y que manifiestan intereses artísticos comunes.

"(...) La generación del trece, la trágica, "Heroica Capitanía de Pintores", en el decir de Neruda,
No se propuso de antemano un proyecto de vida artística. Los juntó la vida bastante cargada
de patetismo y dolor (...)" Romera, Antonio - "Primer Asedio a la Pintura Chilena", Santiago, Editorial Nacimiento 1969, pág. 166.

El nombre "Generación del 13", lo obtuvieron de una exposición colectiva realizada en la sala "El Mercurio" el año 1912. Siendo la mayor parte de los expositores, alumnos del español Alvarez de Sotomayor, nacido en Ferrol (Galicia) en 1875, artista influenciado por las corrientes impresionistas y realistas, y a su vez, por el pintor Holandés del siglo XVIII, Franz Hals.

Alvarez de Sotomayor, será contratado por el gobierno de Chile, para ser profesor y Director de la Academia de Bellas Artes entre 1908 y 1915. Con su influencia se actualizan los valores de la pintura hispánica alejada, desde la época de la independencia.

Este grupo es alentado a reaccionar contra las influencias de las academias francesas tradicionales, para así buscar una coherencia y afinidad espiritual con lo nacional, como fuente y temática su pintura, siguiendo la línea trazada por cuatro prominentes y anteriores maestros de la pintura: Alfredo Valenzuela Puelma, Pedro Lira, Alberto Valenzuela Llanos y sobre todo Juan Francisco González.

Así se constituye un grupo cuyos motivos van a estar inspirados en los sectores comunes y populares. Espacios bien conocidos por ellos, escenarios de la cotidianeidad en que les tocó nacer y vivir, espacios que en algunos casos fueron el telón de sus trágicas, tempranas e inesperadas muertes.

Este grupo romántico de pintores estaba compuesto por Agustín Abarca, Arturo Gordon, Enrique y Alfredo Lobos, Abelardo Bustamante, Guillermo Vergara, Ulises Vásquez, Exequiel Plaza, Pedro Luna, Enrique Betrix, Jerónimo Acosta y Elmina Moisan, quienes iban a desarrollar una pintura esencialmente, que combina modalidades pictóricas derivadas del Realismo e Impresionismo, pero con connotaciones populares y costumbristas de nuestro país. Se caracterizan por la confección de sus obras en espacios abiertos y por el uso de los tonos opacos como la tierra gredosa; con un manejo secreto de la forma y con espacios en la luz.

El desplazamiento de la naturaleza - como tema único -, se caracterizó por ser progresivo y la generación del trece puede ser entendida como el período de introducción o de transición de la plástica nacional a las vanguardias, algo así como un “impresionismo de estilo francés-español con temáticas chilenas”.

Hecho que obviamente deja una vez más en evidencia el estado de dependencia cultural, lo que se hizo más evidente, ya avanzado el siglo con las representaciones cubistas tardías del grupo "Mont Parnasse" o Generación del '28. Quienes iniciaron su labor bajo las normas dogmáticas de la utilización o copia fiel del modelo exterior, para derivar gradualmente a una representación figurativa abstracta, muy similar al estilo cubista. Pero eso es ya otra historia.

 

Juan Bragassi Hurtado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Última modificación: 26 enero 2006