La Historia de la Vanguardia Popular Socialista
(…) En mi recorrido por la ciudad, pude ver el abierto cinismo con que funcionaban los lugares de cohecho.
Y yo, que conozco la pobreza del pueblo chileno, sus miserias sus necesidades, he visto con verdadera emoción cómo el roto humilde, el trabajador modesto, se negaba a venderse para poder dar su voto al candidato que no cohechó una conciencia y que así ha obtenido una victoria de tanta importancia moral (…)”.
Pedro Aguirre Cerda
“El triunfo de Aguirre Cerda”; Revista Ercilla; N° 182; octubre de 1938.
El 25 de Octubre era reconocido el triunfo electoral, por una diferencia de 4.111 votos, del candidato único de oposición (Frente Popular e ibañistas de la Alianza Popular Libertadora), el Radical Pedro Aguirre Cerda.
Como acto de reconocimiento, al aporte brindado por el nacismo, el presidente electo, concurrió en visita oficial a la sede del Movimiento Nacional Socialista (MNS), ubicada en la Calle Huérfanos de la ciudad de Santiago.
En esa oportunidad, Aguirre Cerda, fue acompañado por una importante delegación de representantes políticos, sindicales y estudiantiles del Frente Popular, la cual incluyó la presencia incluso de algunos miembros del Partido Comunista de Chile.
Inmediatamente después de asumir el mando supremo, el Presidente Aguirre Cerda, a mediados del mes de Diciembre de 1938, procedió a indultar a Jorge González Von Mareés y a los demás condenados por los Ministro Erbetta y Aylwin, mediante el Decreto 24 de Diciembre.
Posteriormente, el 25 de Julio de 1939, la Corte Suprema sobreseyó definitivamente la responsabilidad de Von Mareés en el intento de conato, manteniendo este su cargo parlamentario.
De igual forma, Pedro Aguirre Cerda indultará a los carabineros involucrados en la masacre del 5 de septiembre, una vez esclarecidos los hechos y las participaciones.
“(…) Cuando don Pedro llegó al poder, lo hizo sin odios para los vencidos. Cuando Santiago Labarca fue designado jefe del Control de Cambios Internacionales, hoy llamado Condecor, cerró el pasado, sin hacer ninguna investigación sensacionalista tendiente a denunciar si los manejos anteriores habían sido buenos o malos. No hubo escándalos. El Presidente Aguirre ordenó acelerar el sumario contra oficiales de carabineros, por los hechos ocurridos en el seguro obrero, y antes de conocer las sentencias definitivas, indultó al general Arraigada (…)”
Chamundes, Marcos; “Cuidado no me desmienta”; editorial Alonso de Ovalle, 1954; pp.11 a la 112.
En otra de las aristas del 5 de septiembre, el 25 de Enero de 1939, la Corte de Apelaciones de Santiago, declaró que no podía dar curso a la querella planteada por el Dr. Plutarco Badilla Urrutia, padre del joven Hugo Badilla Tellería, asesinado en el Seguro Obrero, mientras el Congreso Nacional no diera a lugar a una causa contra de expresidente Arturo Alessandri.
Con motivo de evitar una eventual acusación constitucional Arturo Alessandri Palma, decidió ausentarse del país viajando a Europa con su hijo Fernando Alessandri (Viaje que se inició el 20 de Marzo de 1939).
Sin embargo, ya día 17 de Marzo un grupo de 10 Diputados había presentado una acusación Constitucional en contra de Alessandri, por la infracción de los Artículos 11, 12,13 y 18.
La reunión en la Cámara se realizó recién 8 días después de la partida del expresidente al extranjero, y en ella se dio lectura a una carta, en la que el Presidente expresaba, que había postergado su partida a la espera de la acusación Constitucional. Lo que provocó airadas reacciones, acusándose al presidente de la Cámara el haber postergado la reunión premeditadamente hasta después de la partida del acusado.
La Cámara designó una comisión investigadora de los acontecimientos del 5 de Septiembre – comisión en la que figuraba el joven parlamentario Salvador Allende G.-, cuyos resultados ayudaron a develar los aspectos más sombríos de la matanza y su posterior encubrimiento por parte del Ejecutivo.
Por otro lado, a mediados del mes de enero de 1939, el Movimiento Nacional Socialista (MNS), ya en algo recuperado de los luctuosos acontecimientos del 5 de septiembre, y después de un congreso nacional de dirigentes, pasa a denominarse Vanguardia Popular Socialista, cuyas siglas fueron VPS.
El cambio de nombre de esta colectividad política, fue gestionada personalmente por el Jefe del nacismo criollo, quien ya en 1938, había ubicado al MNS, como una fuerza de oposición al gobierno derechista de Arturo Alessandri Palma, y más adelante, como una organización perteneciente de izquierda nacional.
“(…) las consignas lanzadas a través del mundo entero por la internacional soviética, había llegado a identificar nuestra denominación con la de sus más brutales enemigos (…) Nuestra sinceridad, nuestra fe, nuestro infatigable tesón para no desmayar en la tarea, se estrellaban contra el repudio que provocaba nuestro nombre (…) el cambio de nombre se hacía, pues, imperioso.
Sólo así podríamos salvar la barrera que los adversarios habían levantado entre nosotros y el pueblo (…) El paréntesis abierto en nuestra existencia por los acontecimientos del 5 de septiembre nos deparó la ocasión propicia para efectuar el cambio doloroso, pero impostergable, que las circunstancias exigían (…)”
Jorge González Von Mareés, febrero de 1941.
Con la Vanguardia, Jorge González, pasa a reconocer dentro de nuestro país la existencia de la “lucha de clases, como un fenómeno innegable” (Declaración pública de la VPS, 1939), abogando en el plazo inmediato por su sustitución, mediante una política integracionista de carácter social y nacional.
Este hecho fue percibido al interior de sus cuadros, como un “giro hacia la izquierda”, provocando la deserción de algunos de sus militantes, y en especial, la sensible partida de uno de sus más destacados dirigentes políticos: Carlos Kéller Rueff, quien siguió encabezando el nacismo desde la revista política de avanzada “Acción chilena”, hasta su retiro en 1941, año en que comenzó a trabajar para el gobierno de Juan Antonio Ríos.
Sobre las razones y repercusiones que tuvo esta medida al interior de la colectividad, recordaba Jorge González en 1941:
“(…) Asumimos una actitud externa que superficialmente considerada, resultaba contradictoria con nuestros principios. La exigencias de la lucha nos obligaba a encubrir con un velo democrático y hasta de apariencias filomarxistas, nuestro verdaderos sentimientos y convicciones (…) La resolución fue extremadamente audaz, casi temeraria. Sus primeros efectos – hoy puedo confesarlo- repercutieron desastrosamente sobre el vigor interno del movimiento (…) el desaliento cundió en las filas. Nuestros militantes se sintieron en su mayoría desorientados. Vacilaron en su fe. Muchos renunciaron a su calidad de miembros del movimiento. Se habló, incluso, de traición a la memoria de nuestros mártires.
Al mismo tiempo, la atmósfera exterior se nos hizo terriblemente pesada. Mientras perdíamos de un solo golpe la adhesión del sector independiente que hasta entonces nos había acompañado y alentado con sus simpatías, no logramos romper con igual rapidez la desconfianza y animosidad de las masas obreras (…)”
Esta nueva agrupación política, así mismo, sustituyó su antiguo emblema, por una bandera de fondo rojo, el cual era adornado por 59 estrellas blancas, diseño que recordaba y rendía honor a los jóvenes asesinados por las fuerzas policiales, en las escaleras del seguro obrero.
Días después del triunfo del Frente Popular, el 24 de enero de 1939, ocurre el terremoto de Chillán, tragedia que dejó un pasmoso saldo de 30 mil muertos, 40.000 heridos y 10.000 casas destruidas.
Unido el país ante el dantesco siniestro, comenzaron los esfuerzos de recuperación de las zonas afectadas, las cuales se encontraban aisladas e incomunicadas.
“(…) Sin teléfonos, sin telégrafos, sin medicinas, sin víveres, en medio del pavor, medio millón de chilenos amaneció el 25 en mitad de una espantosa catástrofe (…)”
“Terremoto de Chillán”; Revista Ercilla; N° 195; enero de 1939
La Vanguardia Popular Socialista, mediante su voluntariado, prestó una activa colaboración en estas tareas, realizando un importante papel, por ejemplo, en el ámbito de las comunicaciones a través de su militante Pedro del Campo, hecho que le valió su reconocimiento público.
Así comienza, en el ámbito práctico, un intenso contacto político entre el sector vanguardista y el frente popular, muy especialmente con el Partido Socialista, a través del dirigente de esa colectividad Oscar Schnake, quien una vez instalada la nueva administración, será enviado Estados Unidos, en una misión especial encargada por Pedro Aguirre Cerda, y que tendrá como finalidad, logro de un tratado comercial con ese país, pero de ello nos referiremos más adelante.
Por otro lado, los sectores descontentos con viraje a la izquierda de la Vanguardia Popular Socialista, junto a otros sectores independientes, más otros relacionados con la figura del general (R) Ibáñez, conformarán ese mismo año, el Partido Nacionalista de Chile, cuyo primer representante fue, el exnacista Guillermo Izquierdo.
El 25 de agosto de 1939, el general Ariosto Herrera (quien había sido, días antes, llamado sorpresivamente a retiro), encabezó un intento de golpe de Estado a favor de la figura del general (R) Carlos Ibáñez del Campo, el cual fue sofocado al interior del regimiento Tacna, por medio de una valiente arenga dada por el coronel Luco Meza, entonces comandante de ese regimiento.
“(…) Ariosto Herrera se niega a salir del Tacna y ruega al Comandante en Jefe del Ejército, general Fuentes Rabbé, que le permita suicidarse.
Debe enfrentar el juicio militar.
Ibáñez, en cambio, se asila en la legación paraguaya (…)”
“El ariostazo”; Revista Ercilla; N° 226; 30 de Agosto de 1939
Así Ibáñez nuevamente tuvo que ir al exilio y el partido nacionalista de chile, al ser involucrado en el intento de conato, debió disolverse en forma momentánea.
Durante los acontecimientos del “Ariostazo”, la VPS asumió públicamente la defensa del gobierno del presidente Aguirre Cerda, quien aún mantenía su popularidad.
Esta actitud de la Vanguardia, demostraba su distanciamiento con la figura de Ibáñez, de quien se culpaba el fracaso del “punch” del año anterior, mientras los sectores adherentes al general, culpaban la caída de su candidatura, a una acción desquiciada e individual del jefe del nacismo criollo.
Dicha pugna, se reflejó una ácida polémica sostenida, días antes de este intento golpista, entre el director del diario vanguardista “Trabajo” Javier Cox
Lira y el ibañista Tancredo Pinochet Le Brum.
Como dato anexo, el 30 de agosto de 1939, llegó al puerto de Valparaíso, procedente desde Francia, el carguero “Winnipeg”, trayendo cerca de 2.000 refugiados republicanos, derrotados en la sangrienta Guerra Civil española, quienes huían de las fuerzas franquistas y de los campos de concentración franceses.
Así mismo, el primero de septiembre, comenzaba en Europa la segunda guerra mundial, con la invasión de Polonia por las tropas nazis, a cuya sorpresa, se sumará el pacto de no agresión y reparto, sostenido por Alemania y la Unión Soviética.
“(…) Uno de camisa parda y el otro con uniforme de mariscal soviético, firman el más extraño y sorpresivo de todos los pactos.
Inesperadamente golpean a todas las cancillerías del mundo con la noticia sensacional: ¡Pacto germano-soviético!
Esto significa mano libre para Hitler en el este para poder atacar al oeste cuando lo crea oportuno.
Como maniobra previa invita a Stalin a tomarse un aperitivo en Varsovia, y es invadida Polonia (…)”
Mundt, Tito; “De Gaulle el gran solitario”; Empresa editorial zig-zag, S.A.; Santiago de Chile, 1964; pp.65 a la 66.
A pesar de las evidentes diferencias sostenidas entre la VPS y el reorganizado Partido Nacionalista de Chile, estos mantendrán un estratégico contacto, respecto a temas de interés común, como lo confirman las protestas realizadas en conjunto en el puerto de Antofagasta, con motivo de la llegada, desde Europa del “León de Tarapacá”, quien en su gira, tuvo oportunidad de reunirse en la mismísima Italia Fascista con el Conde Ciano, mas su visita no correrá la misma suerte en la Alemania de Adolf Hitler, la cual será cancelada.
La llegada de Alessandri, ocurrió pocos días de haberse iniciado las hostilidades en Europa del este y como afirmamos en líneas anteriores, ello generó airadas protestas.
Cuando se estructuraba el nuevo gobierno, y quizás por la colaboración dada por el nacismo hacia el triunfo del abanderado del Frente Popular, esta alianza le ofertó una serie de cargos públicos, aceptándose solamente los puestos del dirección del Registro Civil y la Conserjería de la Casa de Crédito Agrario, puestos que fueron administrados respectivamente, por los vanguardistas Felipe lazo Pérez Cotapos y Gustavo Vargas Molinare.
“(…) Don Pedro fue leal con todas las fuerzas políticas que lo eligieron Presidente, así como también con los ibañistas de la Vanguardia Popular Socialista de don Jorge González Von Mareés (…) El espíritu realizador de don Pedro Aguirre lo llevó muchas veces a designar en cargos importantes a hombres de otras tiendas, considerando tan solo su capacidad. Entre ellos recordamos a Guillermo del Pedregal, Roberto Vergara y tantos otros (…)”
Chamundes, Marcos; “Cuidado no me desmienta”; editorial Alonso de Ovalle, 1954; pp.11 a la 112.
La Vanguardia al igual que el PC, asumió en ese tiempo una relación cordial - o si se quiere consensuada-, pero distante con la coalición de gobierno.
Ello justificado, en la observancia en el desarrollo de los acontecimientos, tanto nacionales como internacionales, que por esos años era un verdadero “tablero chino”, más si se suma la influencia en nuestro suelo, del paradojal pacto de no agresión sostenido por Hitler y Stalin.
El pacto sostenido entre los caudillos Hitler y Stalin, descolocó las alianzas de “frentes populares”, como por ejemplo el francés, suceso que algo influyó en Chile, en el apoyo de todas las fuerzas políticas nacionales, en la decisión del poder gubernativo, de mantener la neutralidad de nuestro país en el conflicto, y en el acercamiento desarrollado por este hacia la VPS.
Sin embargo, esta suerte de “veranito de San Juan”, tendrá un plazo de vencimiento, el cual se irá agotando, a medida que la coalición de gobierno demostrará faltas de probidad y pugnas internas, como lo registró muchas décadas después, en 1988, el exmilitante de la VPS y entonces miembro del “Comité 5 de septiembre” Antonio Salinas, quien afirmaba por esos años: “(…) los cargos públicos fueron distribuidos tras largas controversias intestinas en el frente popular, a prorrata del poderío electoral de las organizaciones que lo conformaban; no hubo plan general y armónico de acción, cumplir en reparaciones y ministerios; y a espalda de las bases del radicalismo, se iniciaron provechosos contactos de algunos de sus dirigentes con los potentados del comercio, la banca, los seguros, la distribución, etc. quienes ni cortos ni perezosos, comprendieron la ventaja de colocar en los directorios de las empresas a próceres frentistas (…)”
Salinas, Antonio y otros; “Masacre”; ediciones nuestramérica; colección tierradentro, 1988; PP. 110 a la 114.
Por su parte, y respecto a este tema, el Jefe de la VPS, expresaba en 1941: “(…) A los pocos meses de instalado, el Gobierno del Frente Popular comenzó a dar las primeras demostraciones de impotencia. Pasaba el tiempo y no se observaba ningún síntoma de que empezaría a cumplirse el programa ofrecido al pueblo. El favoritismo y el afán proselitista de los partidos plagaban la Administración Pública de verdaderos regimientos – o “brigadas” como los denominó la jerga frentista – de empleados incompetentes, ociosos y deshonestos. El aparato administrativo, lejos de ser reajustado, fue arrastrado a un desquiciamiento infinitamente mayor que el que existía bajo el gobierno anterior”.
El descontento producido por las luchas internas, generó alrededor y al interior del frentismo un ambiente enrarecido, el cual apartará a presidente Aguirre Cerda – quien fue años antes, muy contrario a la formación de los “frentes populares”- y a los socialistas; de los radicales y comunistas.
A su vez, el poderoso partido socialista comenzó un lento pero continuo proceso de fragmentación, aumentado por la alianza radical y comunista, quienes además, ya demostraban un tímido contacto con falange nacional; lo cual hizo necesario realizar un mayor acercamiento del poder gubernamental con la VPS, los sectores ibañistas, más la derecha liberal y conservadora.
“(…) En el seno del Frente Popular, las diferencias entre los partidos aliados se acentuaban por días. La rivalidad comunista-socialista adquiría caracteres violentos. El Partido Socialista, acosado por los comunistas – los que contaban con la ayuda solapada de los radicales – empezó a debilitarse. El control de los sindicatos, que en un comienzo había estado en manos del Partido Socialista, pasó a poder de los agentes de la Tercera Internacional. A producir este fenómeno contribuyó grandemente el desprestigio en que fue cayendo el Partido Socialista ante la masa, por su acción nula en el Gobierno y por su turbia gestión administrativa.
El Partido Comunista tomó pues, un gran incremento. Pasó a ser un partido de masas, característica que no tenía antes del triunfo del Frente Popular. Su crecimiento se produjo a costa, principalmente, del Partido Socialista. En forma insensible, la dirección del Frente Popular y la orientación gubernativa, pasaron a manos del grupo stalinista (…)”.
Jorge González Von Mareés, febrero de 1941
Pocos días antes de cumplirse el primer aniversario de la masacre del seguro obrero, ocurrió un acontecimiento impensado y hoy olvidado de los libros históricos nacionales.
En una concentración realizada en el Teatro Carrera, el Jefe de la Vanguardia Popular pronunciará un discurso ante sus cuadros, el cual culminará con un fraternal abrazo entre este y el dirigente socialista Marmaduke Grove.
Así mismo, el 3 de septiembre de 1939, en el barrio cívico de la ciudad de Santiago de Chile, se desarrollará una multitudinaria concentración pública, la cual reunirá a los cuadros de la VPS y una delegación de las “camisas de acero” del partido socialista.
Oportunidad donde los antiguos enemigos entregarán una ofrenda floral en honor a los caídos de la matanza, procediendo a montar guardia junto a los exnacistas de la VPS.
Este acto, será el inicio de una serie de concentraciones públicas realizadas por estas dos colectividades en forma conjunta, contacto el cual a mediano plazo, tendrán su costo político al interior de estas.
Más adelante, el gobierno enviará a Estados Unidos de Norteamérica, al alto dirigente socialista Oscar Schnake, quien tendrá como encargo, el inicio de conversaciones tendientes a lograr un tratado comercial con esa nación y nuestro país, una vez retornado a nuestro suelo, el líder socialista y tal vez impulsado por algo más que su preocupación por el avance del estalinismo, comenzará una labor de marginación del Partido Comunista Chileno, de la coalición frentista y un breve período de entendimiento con los exnacistas de la VPS.
En cuanto al trabajo parlamentario, los tres diputados ahora vanguardistas ( González, Guarello y Molinare), lograrán la aprobación de iniciativas, tales como: el proyecto de ley para la creación de corporaciones de reconstrucción y fomento ( futura CORFO); la incorporación de un impuesto extraordinario a las empresas cupríferas norteamericanas establecidas en nuestro territorio (hoy conocido como “royalty”); la suspensión momentánea del pago de la deuda externa; más la consideración del establecimiento de un área exclusiva para la explotación marítima nacional ( conocida en el presente, como las “ 200 millas”).
Como lo recuerda el libro “El jefe “, publicado den 1990, frente a la labor fiscalizadora, en 1940, se puede destacar la denuncia hecha por la VPS, desde el parlamento, referida a la internación ilegal a nuestro país y extorsión de parte de funcionarios públicos, hacia centenares de personas de origen judío, venidas desde la Europa ocupada.
Negociado donde figurará como responsable, el Ministro de Relaciones Exteriores Abraham Ortega Aguayo, acontecimiento que provocó su renuncia, mas no su encarcelamiento.
Con el crecimiento sostenido del Partido Comunista y los efectos conseguidos mediante su labor desestabilizadora en conjunto con el Partido Radical, los socialistas patrocinan una fallida incorporación de la Vanguardia Popular Socialista al pacto del Frente Popular, coalición que se fragmentará a fines de 1940.
Es así que Jorge González, comienza a manejar la idea junto a los altos líderes del PS y sectores de la centro derecha, sobre la formación de un nuevo pacto político o corriente ciudadana, la cual llamará “Acción Nacional Anticomunista”, iniciativa que fracasará estrepitosamente, ayudado por los efectos en nuestro país, de la invasión de las fuerzas militares de Hitler a la Rusia Soviética, el 21 de junio de 1941.
Como resultado de esto, el Jefe Vanguardista hará la siguiente afirmación ese año: “(…) Hicimos todo lo posible. Mi conciencia me dice que hemos realizado todo lo humanamente posible para contribuir a obtener una fórmula de entendimiento para salvar el país de la desintegración y el caos (…) En ninguna de estas tentativas obtuvimos éxito.
En la actualidad, ya sabemos a que atenernos. Por nada de este mundo renunciaremos a la lucha.
Pero en lo sucesivo la mantendremos en un terreno exclusivamente nuestro.
No volveremos a hacer concesiones a nadie en la esperanza de encontrar una fórmula de concordia (…)”
Como respuesta a esta idea, el ahora numeroso Partido Comunista criollo, aprovecha estos acontecimientos y rompe su independencia del Frente Popular, proponiendo la reformulación de esta alianza política, constituyendo una coalición mucho más amplia, bajo el nombre de “Unión Democrática Antifascista”, abogando ahora, por el fin de la neutralidad de nuestro país en el conflicto.
Una de las voces disidentes por esa época, respecto a la intervención de nuestro país en el conflicto internacional, fue el escritor Joaquín Edwards Bello: “(…) respecto a los resultados chilenos de una victoria alemana no creo que se diferencien de los resultados de la derrota alemana de 1918.
Para nosotros no hubo mayores repercusiones que un cambio de propietarios en la tracción eléctrica y otros negocios “nacionales”, que pasaron a manos de los aliados en pago de la deuda de guerra.
No. Jamás salgamos de la neutralidad. No vayamos a hacer de senegaleses”.
“Edwards Bello; corresponsal de guerra”; Editorial Universitaria, Universidad católica de Valparaíso, 1981; pp234 -235.
Así finalmente, la VPS pasará a ser una fuerza de abierta oposición, entrando nuevamente a ser atacado no sólo por sus tradicionales enemigos políticos, sino que también por los liberales, conservadores y falangistas, sucediéndose numerosas trifulcas callejeras, las cuales cobrarán la vida de un militante radical asesinado a balazos por un elemento exaltado de la VPS y posteriormente, en la ciudad de Valparaíso, la muerte a tiros del Vanguardista porteño Elías Lafertte.
Dicho escenario, será propicio para la ejecución de un maléfico complot, concertado por el entonces Ministro del Interior Arturo Olavaria – Olavaria al igual que otros dirigentes del PS, como Oscar Schnake, Agustín Álvarez y Rafael Pacheco; integrarán en el año 1945 la acción chilena anticomunista ACHA- ; el Director General de Beneficencia, doctor Castro Oliveira; así como el Asesor de la Junta de Beneficencia Abraham Ortega Aguayo, persona que como hemos visto, estuvo implicado en la internación ilegal y extorsión de judíos europeos, hecho que le costó su cargo en 1940, como Ministro de Relaciones Exteriores.
Estas personas, aprovechando sus poderes y el clima confrontacional, ordenaron la violenta detención por parte de efectivos de la Policía de Investigaciones del Jefe Vanguardista y el allanamiento de su morada, sin siquiera contar con una orden judicial.
Von Mareés, fue detenido en una casa contigua a la suya, junto a su cuñado.
Ello se llevó a cabo, tras un enfrentamiento a tiros y golpes con la policía civil, siguiendo el vejamen, con la tortura e internación de éste en el Manicomio Nacional de Santiago.
La venganza, que tenía como objeto dañar o destruir la imagen pública de González, generó la protesta de políticos y personalidades de variados espectros de la vida nacional, pese a ello, el jefe fue liberado sólo dos semanas después de los acontecimientos.
Ese año, de 1941, surgirá un nuevo brote revolucionario al interior del ejército, mediante la creación del GOS (grupo de oficiales seleccionados), agrupación que tendrá como finalidad el estudiar y analizar las concomitancias militares y políticas.
El jefe del grupo, coronel Ramón Álvarez, fue trasladado a Punta Arenas y la idea se “apagó por sí sola”.
Bajo es te clima interno llegarán las elecciones parlamentarias de 1941, el ya inexistente frente popular, pese a sus vicios y conflictos internos, logrará una amplia mayoría en el parlamento, mientras que los Vanguardista obtendrán dos diputaciones: Jorge González por Santiago y Vargas Molinares por Cautín.
Poco tiempo después, el 25 de noviembre de 1941, fallece Pedro Aguirre Cerda, comenzando rápidamente los preparativos para las elecciones presidenciales.
La desaparecida alianza política frentista, será sustituida por la coalición denominada “Alianza democrática de Chile”, hija indirecta de la “Unión democrática antifascista”, propuesta tiempo antes por el Partido Comunista.
“(…) El partido conservador mandó una carta al PS solicitándole su apoyo, igual al partido liberal y el partidos radical (…) al final el PS proclamó la candidatura de Oscar Schnake, como candidato propio, los radicales realizaron una lucha interna en que Juan Antonio Río (radical de derecha) triunfó sobre González Videla (…) El PC se pronunció a favor de Gabriel González, pero acató la elección de Ríos por que la elección presidencial venía en corto plazo y se corría el riesgo de que Ibáñez y la derecha borrasen la obra del frente popular y ubicasen a Chile junto al Eje Fascista (…)”
Silva, Miguel; “Los Partidos, los sindicatos y Clotario Blest”; Mosquito editores; Septiembre del 2000; pp.198 a la 199.
Así también, surgirá la figura del general (R) Carlos Ibáñez del Campo, como presidenciable, quien agrupará a los sectores de derecha conservadora e independientes; mientras su tradicional rival, Arturo Alessandri Palma, contribuirá al “riísmo”, con su famoso discurso dado en el bandejón central de la Alameda frente a la Plaza Bulnes, cautivando a la derecha liberal, dirigiéndola en apoyo de la “Alianza democrática de Chile”.
Mientras tanto, al interior de la Vanguardia Popular Socialista el desgaste natural de años en la arena política, más la disidencias provocadas por la errática gestión de González Von Mareés, más el distanciamiento del Jefe con la militancia aun fiel al ibañismo, irán provocando la inactividad partidista de la VPS, hasta decidirse en 1942 su disolución, para conformar junto a los ex-miembros del partido nacionalista de Chile, una nueva agrupación denominada “Unión Nacionalista de Chile”, cuyo liderazgo fue asumido por el ex-nacista, el académico Juan Gómez Millas, futuro Rector de la Universidad de Chile y Ministro de Educación.
De igual modo, los diputados elegidos en nombre de la Vanguardia Popular, pasarán a ser representantes de dicha nueva agrupación nacionalista, constatándose su presencia en el parlamento hasta 1945.
Así finalmente la coalición ibañista, estará integrada por Conservadores, algunos liberales, laboristas, nacionalistas e ibañistas; quienes se enfrentarán al Juan Antonio Ríos, cuya alianza política estará compuesta de comunistas, socialistas, radicales, falangistas y liberales alessandristas; seguido por una pequeña facción dirigidos por el Partido Obrero Revolucionario, cuyo presidenciable fue Humberto Valenzuela.
Finalmente, las elecciones de comienzos de 1942, dieron el triunfo a Juan Antonio Ríos, quien fue elegido con 260 mil votos, contra Carlos Ibáñez, que obtuvo 206 mil sufragios, mientras que el candidato del POR, ganó la no despreciable cifra de 5.732 votos.
Más adelante, el sector ibañista se fusionará, para dar pié al Partidos Agrario Laborista (PAL), quien tendrá como su primer jefe nacional a don Jaime Larraín García (1946-1951), partido que finalmente llegará al gobierno el 4 de septiembre de 1952.
Juan Bragassi Hurtado
Última modificación: 01 julio 2006