Viña del Mar y el Palacio Rioja

 

Palacio Rioja en Viña del Mar


¿Cuál es la importancia del terreno en donde hoy se encuentra el Palacio Rioja? ¿Cuál es su relación con la historia de la ciudad de Viña del Mar? ¿Cuál es valor real que tiene esta construcción que la hizo ser merecedora de ser reconocida en 1985 como Patrimonio Nacional? ¿Quiénes fueron las personas que la habitaron esta construcción?

Pues bien, es en este lugar en donde surge el nombre de la ciudad de Viña del Mar, también es en este sitio donde adquiere su apelativo de "Ciudad Jardín" y los distintos períodos que antecedieron a su concepto asociativo de "balneario turístico".

Precisamente es en estos terrenos donde se construirá uno de los primeros palacios viñamarino, los cuales serán edificados con la tecnología más innovadora de la época, cuyo dueño más tarde será nombrado con el título nobiliario de Conde, otorgado por mismísimo Rey de España ciento veintiún años después de la independencia nacional.

La historia se remonta a 1536 con la llegada de Diego de Almagro al Valle de Peuco (hoy Viña del Mar), lugar donde se estableció transitoriamente para seguir curso a los lavaderos de oro del Marga- Marga, los que estaban ubicados en las faldas del cerro Aconcagua, los cuales desde hacía muchos años antes estaban siendo explotados por los Incas.

En 1541 acampa en este valle Pedro de Valdivia, quien toma posesión de estas tierras, junto con la Bahía de Quintil (hoy sector puerto de Valparaíso) y el área que lo rodea, denominada en ese entonces por los indígenas Changos como Alinmapu.

Las tierras son entregadas en encomienda a distintos encargados, siendo en 1580 unificadas bajo la tutela de don Francisco de Riveros, quien las entregará en herencia a su hijo Alonso de Riveros.

Don Alonso de Riveros cultivó organizadamente estas tierras, que se extendían por ese entonces, desde la quebrada del Almendral (barrio Barón de Valparaíso) hasta la quebrada de Reñaca, dedicándole especial cuidado a una plantación de viñedos ubicado en el sector denominado por los indígenas de la costa como Valle de Peuco, nombre que estaba relacionado con las abundantes aguas dulces que las caracterizaban.

Debido a la alta calidad de sus frutos, dichos viñedos se constituyeron en un sello que individualizó al sector de tal manera que con el tiempo pasó a ser denominado popularmente como: " Las viñas de la mar".

Posteriormente, Don Alonso de Riveros inscribió formalmente esta encomienda como "Hacienda de las Viñas de la Mar", la que fue colindante a la otra encomienda, ubicada en dirección hacia Valparaíso y que también paso a ser reconocida como predio: la "Hacienda de las Siete Hermanas".

En la época de la independencia, la hacienda de las Viñas de la Mar pasa ha ser propiedad del Abogado Juan Antonio de la Carrera, primo hermano de los padres de la patria, quien reemplazará los viñedos por plantaciones de trigo.

Posteriormente, estos terrenos tendrán como propietarios a la familia integrada por Mercedes Álvarez y José Francisco Vergara, quienes tendrán allí hasta 1906 su casa patronal, la cual será gravemente afectada por el fuerte movimiento sísmico de ese año.

La propiedad es vendida a un inmigrante alemán, quien ese mismo año se la venderá a un próspero comerciante porteño de origen hispano llamado Fernando de Rioja.

Así parte la construcción del palacio Rioja - dicho sea de paso la primera edificación de este tipo con cuarenta hectáreas dedicadas a jardines- en estos terrenos entre los años 1906 y 1910, coincidiendo su inauguración en el marco de las celebraciones del Primer centenario de la Independencia Nacional.

Con este hecho el entonces sector de la hacienda de las Viñas de la Mar, empezará a adquirir un carácter de área residencial, el cual acogerá tanto a la tradicional aristocracia chilena (clase criolla) de "sangre azul" como a los nuevos ricos de origen más humilde, con quienes tarde o temprano estarán emparentados, constituyendo lo que se denominará en los años treinta " la oligarquía y la plutocracia del dinero".

Afirmamos esto, ya que este proceso de unión de familias fue un proceso que no estuvo ausente de conflictos, por ejemplo, los Álvarez de origen portugués y descendientes de judíos, para poder negociar con los realistas en la época de la independencia, modificaron su apellido en su última letra "z". En tanto Fernando de Rioja a pesar de su origen hispano, no dejaba de ser mirados así como "un roto de plata con pretensión de gente", de hecho muchas de las doce leyendas que circular alrededor de esta familia son simplemente generadas en esa época por comentarios envidiosos de la aristocracia del lugar, aunque no se puede negar que allí se dan con mucha frecuencia hechos de caracteres paranormales.

El Palacio Rioja contará con los más novedosos adelantos técnicos y tecnológicos de la época, como lo son entre otros: el uso del hierro y el cemento con un sistema de construcción asísmico; la energía eléctrica para la iluminación y el vapor para su calefacción; cortinas y tapices de cualidades térmicas; sistema de ascensores internos para el servicio de alimentos; captación de aguas lluvias de redes internas. Ocupando además, grandes extensiones de sus terrenos aledaños para la construcción de parques con palmarios, viveros de plantas exóticas, caballerizas, piscinas canchas de tenis, etc. Que la harán deber a la ciudad de Viña del Mar, su apelativo de "Ciudad jardín".

El Palacio Rioja fue construido por el arquitecto portugués avecindado en Francia, Don Alfredo Azancot Levi, quien se inspiró en las obras de Auge Gabriel, tales como El Petit Trianon y el Opera de París.

A este arquitecto también se le debe construcciones tales como: el Palacio Carrasco, el Arco Británico y las primeras graderías del Sporting Club de Viña del Mar.

El inmueble de estilo Neoclásico francés, cuenta con 3.700 Mts. Construidos rodeado de cuarenta hectáreas de jardines, siendo en su momento la mayor expresión de lo que hoy se denomina Artes Integradas.

Su iniciador y propietario fue el inmigrante español Don Fernando Rioja Mendel, quien incursionó en 1879 inicialmente en el ámbito comercial como importador de telas y en 1895 como primer industrial en el rubro del tabaco en Chile, a quien se le debe entre otros, la creación de la Fabrica de Cigarrillos "La Corona", que más tarde se llamará "Compañía General de Tabacos", actual Compañía Chiletabacos (cuyas grandes plantaciones se encontrarán en esa época en Quillota); el famoso diario porteño "El Ferrocarril" hoy desaparecido; el Banco Español Italiano, el primer banco que se instaló en la ciudad de Valparaíso, el cual se transformará en el Banco Español de Chile y estará en alguna medida relacionado con el hoy presente Banco Santander.

Dentro de las personalidades internacionales se alojaron en las dependencias de este palacio, podemos destacar la presencia en 1920 del Infante Fernando de Baviera y Borbón, quien fue invitado por el entonces Presidente popular Arturo Alessandri Palma con motivo del aniversario de la apertura del Estrecho de Magallanes. No está de más afirmar que esta visita, constituyó un importante reconocimiento al estado de Chile de su soberanía respecto a estos territorios australes.

En el mes de junio de 1921 el Rey de España Alfonso III le confiere el Título a Don Fernando de Rioja de Conde de Neila, título nobiliario que constituyó no sólo un importantísimo reconocimiento a su labor en favor de los hijos de inmigrantes españoles que llegaban a estas tierras, sino al enorme aporte económico que desplegó a la causa hispana en la guerra de Marruecos y principalmente contra los Estados Unidos por la isla de Cuba en 1898.

Tal vez el motivo de dicho aporte económico, se deba al profundo efecto que provocó en la opinión pública nacional meses antes el "Caso Baltimore" ocurrido en la ciudad de Valparaíso, el cual pudo haber desembocado en una guerra entre Chile y Estados Unidos, país que ya proyectaba como necesidad vital, la posesión de un paso o
canal artificial, ya sea por Nicaragua, por la Provincia Colombiana de Panamá o en su defecto a través del Estrecho natural de Magallanes.

El señor Rioja fallece el 10 de julio de 1922 en el fundo "de Alcones" ubicado en San Fernando, enterrándosele con grandes honores en le cementerio Nº2 de Valparaíso.

El 12 de Julio de 1956, la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar, adquiere el palacio instalando en 1972 en el ala poniente de la casa, la sede alcaldicia y otras oficinas.

En 1978 bajo la administración del Alcalde de la época, Don Raúl Herrera Aldana, se inician las obras de restauración del edificio con la finalidad de abrirlo como museo.

El Palacio Rioja es destinado, mediante decreto alcaldicio, como Museo en 1979 y finalmente como Monumento Nacional en 1985.

 

Juan Bragassi Hurtado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Última modificación: 03 Enero 2006