Tras las andanzas de Carlos Keller en San Felipe
A treinta años de la muerte de Carlos Keller Rueff, es posible encontrar algunos rastros de su pasada por San Felipe, lugar donde vivió hasta su muerte en 1974. Tras su último viaje a Alemania, en 1967 realiza constantes visitas a San Felipe en donde participa en charlas en la Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua. Al poco tiempo después decide instalarse en San Felipe, como nos comenta su amigo Benjamín Olivares "...le gustaba San Felipe por ser una ciudad muy Chilena y porque estaba equidistante de Santiago y de Valparaiso...". Carlos Keller sentía en ese entonces hastío de vivir en Santiago, que en esos tiempos todavía no era como lo es hoy, realmente una ciudad agotadora.
Una vez establecido en San Felipe, funda la editorial Jerónimo de Vivar como una cooperativa de editores, en la cúal pretende llevar a cabo el proyecto de la Enciclopedia Moderna de Chile donde incorpora a este proyecto a Alberto Recart, Hans Niemeyer, Hermelo Aravena Williams, y otros escritores que Carlos Keller les ofreció la editorial para publicar sus obras. Dentro de la Enciclopedia Moderna de Chile se destacan las obras como Las Memorias de La Monja Alférez, El Laja: Un río Creador, Mitos y Leyendas de Chile, Las Pinturas Rupestres de la Sierra de Arica, y muchas otras obras. En estos trabajos participó y además ayudó a los demás escritores tanto en la diagramación como en los materiales de apoyo como cartas geográficas y fotografías. Cabe destacar que Keller fue muy aficionado a la fotografía como se puede apreciar tanto en sus obras como en las obras que él realizara las traducciones al castellano. Lamentablemente este proyecto quedó inconcluso tras su muerte, quedando pendiente los 10 volúmenes de Geografía de Chile que Carlos preparaba. La obra de Maité Allamand "Alamito el Largo" que se había agregado al proyecto de Keller fue recién editada e impresa en 1985 por la editorial Andrés Bello.
En esta pequeña casa vivió Carlos Keller en San Felipe, en donde se encontraba también la Editorial Jerónimo de Vivar
En la Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua lo recuerdan como una persona muy culta y de una capacidad increíble de organizar y realizar actividades, siendo elegido en 1970 como presidente de la Sociedad y reelegido posteriormente hasta el año 1974, donde tras su muerte lo sucede el Dr. Edison Pérez. Reconocen en él como quién pusiera en vitalidad el trabajo de la Sociedad, ejemplificando con su múltiple capacidad de trabajo. El entonces joven abogado Jaime Lepe, miembro de la Sociedad y posterior Presidente de la misma, lo recuerda como numerosas veces sorprendía con su vitalidad y sus conocimientos de la zona, en una ocasión junto al padre de Jaime Lepe y junto a Guillermo Montenegro recorrían los cerros de la zona del Almendral, los sorprendía relatándoles a sus compañeros de excursión sobre los yacimientos mineros de esos cerros, que se explotaba y en que periodo fueron trabajados. En otra ocasión un domingo en la mañana Jaime y su hermano acompañaron a Carlos Keller junto a su amigo Benjamín Olivares a buscar un cerro ubicado entre Santa María y San Esteban en donde Carlos Keller había recopilado antecedentes de que en dicho lugar se habría llevado a cabo la famosa batalla entre Michimalonco y los españoles. Aunque no lograron dar con el lugar, Carlos sorprendió a los jóvenes hermanos Lepe con su vitalidad y estado físico en donde siempre iba a la cabeza de la excursión.
En la población Hipólito Vergara de San Felipe se encuentra la calle Carlos Keller, erguida como agradecimiento a su labor en dicha ciudad. En dicha ocasión fue nombrado Ciudadano Benemérito por la I. Municipalidad de San Felipe.
En la fotografía los coordinadores del Centro de Estudios, Arnel Epulef y Hans Fiebig.
En lo humano, Carlos Keller es recordado por sus amistades como una persona muy sencilla, pasando siempre desapercibido hasta el momento de su muerte. Siendo consejero del Banco del Estado y tras su muerte, su amigo Benjamín Olivares se comunicó con el encargado de la sucursal bancaria en San Felipe el cual desconocía y negaba que en San Felipe viviese un consejero del Banco. Minutos más tarde llamaba de vuelta dando las gracias por informarle y que desde Santiago habían dado la orden de costear los gastos del funeral. También es recordado por su excesiva bondad con sus compañeros de trabajo y en especial con los niños, en una ocasión por no darle dulces a los niños, como siempre lo hacía en su casa, estos se la apedrearon. También resaltó por sus conocimientos culinarios en la cual preparaba platos alemanes e incluso Kuchenes, receta que la señora de su amigo Benjamín aún utiliza.
Carlos Keller Rueff fallece el 28 de Febrero de 1974. Su muerte la recuerdan como sorpresiva e injusta. Keller comenzó a sufrir trastornos y ante su comportamiento errático fue internado en el Hospital de San Felipe, en donde dos meses más tarde falleciera. El Doctor Edison Pérez, miembro también de la Sociedad de Historia y Arqueología, se encontraba a cargo del Hospital y recuerda con mucho dolor su partida, ya que lo consideraba como una persona infaltable para el desarrollo cultural tanto de la ciudad como de Chile. Algunas de sus obras que no publicara en vida fueron impresas posteriormente por la Sociedad de Historia: "Michimalonco, Pedro de Valdivia y el nacimiento del pueblo chileno" en 1976 y "Historia de Curimón y de su Convento de San Francisco" en 1978. Su biblioteca personal fue posteriormente vendida por su hijo, perdiéndose verdaderos tesoros en los cuales quienes lo conocieron recuerdan dicha biblioteca personal como una de las más variadas en la cual contaba para sus estudios con libros hasta del siglo XVI.
Hans Fiebig Müller
Última modificación: 03 Octubre 2005