Las Bondades de Chile

 

 

 

El presente Artículo-Ensayo pretende ahondar el problema soberano de Chile en perjuicio de la Patria que nos a dado sus recursos y por la cual notablemente existimos.

 

Al ver el título de este documento pensareis que se trata de un texto ilustrativo sobre las bondades turísticas de nuestro país como su mar, sus montes, su cordillera, en fin, tantas cosas que hacen que este país sea muy querido y respetado por nuestros iguales del mundo.

 

Hablaré el tema de la patria y como ha sido vulnerada en su soberanía por personas a las que calificare de infames o inocentes palomitas, eso lo analizaré a lo largo de este ensayo.

 

En el fondo voy a dejar en claro como se ha ido perdiendo el sentimiento nacional por causa de unos políticos que más bien son “Politicastros”[1] ya que del valor de gobierno no tienen nada...

  

Ciertamente resulta difícil concebir para un chileno como es que se ha regalado tanto terreno, con que interés, por qué causas, etc. El problema es que no se da la solución o la explicación por parte de estos entreguistas impunes que están regalando la Patria y la están mutilando por intereses que son realmente desconocidos para la ciudadanía y que al parecer, (lamentablemente) no interesan a nuestros connacionales y todo por causa de la influencia que ejercen esos seres que francamente deben ser castigados[2].

 

El objeto de escribirlo surge de la necesidad de ilustrar a las personas, en especial a los chilenos sobre que hemos perdido y como lo hemos perdido para que tengan conciencia de que hace mucho tiempo nuestra nacionalidad y nuestra Patria esta siendo herida y mutilada por sus propios hijos

 

Personalmente espero que sepan darle valor a estas palabras para que juntos velemos por el honor de la patria.

 

Henchido por un grandioso sentimiento patriótico es que inicio mi análisis sobre el tristemente celebre prontuario entreguista de nuestra nación y además porque una vez; cuando los tambores y clarines del Ejército invitaban a marchar para defender a la Patria; un soldado de nombre Abraham Quiroz escribió a su padre: “EL DEBER MÁS SAGRADO ES SERVIR AL PAÍS DONDE UNO HA NACIDO”[3] y es ese deber como chileno el que me invita a escribir estas palabras y a hacer conciencia sobre el tema del entreguismo de Chile.

 

 

LA PATRIA

 

Seguramente el desconocimiento de este valor hace que los habitantes de nuestro país no sepan defenderle.

 Comúnmente se define Patria como “la tierra a la cual se pertenece o nace” y justamente se hace relación con su raíz latina “Patrium Terrae” lo que significa “La tierra de mis padres”, y es acá donde centraré un poco mi análisis, porque es esa tierra que nos heredaron nuestros antepasados, la que esta siendo vilmente cercenada y mutilada por aquellos infames que dicen ser políticos y más encima nos gobiernan.

 

Muchos autores han definido lo que es la Patria, y lamentablemente algunos (los entreguístas) la confunden con un “sucio Nacionalismo” y he ahí el meollo del asunto, porque acuden a este respecto a las dictaduras que ha visto la historia mundial por un mal entendido sentido nacional.

 

Pero para no parecer un tipo que dispara a varios blancos, por lo tanto hacer inútil mi argumentación, primero es analizar ¿Qué es la Patria, como se concibe, y porque es tan importante?

 

El sentimiento de “Patria” y su definición la encontramos primeramente en el mundo romano, porque según Fustel de Coulanges, autor de “La ciudad antigua” dice que para cada hombre “La Patria era parte del suelo que su religión doméstica o nacional le había santificado, la tierra donde reposaban los huesos de sus antepasados, y ocupada por sus almas”[4] por ende “La Patria tiene sujeto al hombre por un lazo sagrado, conviene amarla como se ama una religión, obedecerla como se obedece a un Dios”[5]. Entonces, como se desprende de las citas anteriores, el concepto de Patria adquiría un carácter sagrado y era imperioso para el hombre entonces servirla por entero y entregarle todo; por lo tanto, tal concepto no era una abstracción, o sea un concepto vacío o carente de sentido como se pretende que sea.

 

Siguiendo la misma lógica, el patriotismo, definido comúnmente como “El amor a la Patria”, es una virtud suprema, a la cual se subordinan las demás; de todas maneras puede parecer muy fuerte lo que acabo de plantear, pero el fundamento es muy simple: Resulta que es en la Patria donde el ser humano encuentra su bien, su desarrollo, su sustento, etcétera; y por lo tanto ser capaz de defenderla hasta morir por ella es la máxima honra que un ser humano podría tener.

 

Pero si la Patria; al entenderla como “Herencia”, y eso traducido en el legado universal que una generación hace a otra, vale decir, incluyendo la cultura, la tradición, la historia y todo el legado que es posible dejar; ¿Por qué se a dado entonces el desinterés que ahora existe referente a este tema?, la respuesta parece difícil, pero al examinar las circunstancias actuales, no lo parece tanto, porque la respuesta a este problema recae en la influencia que han hecho estos “entreguístas” al quitarle importancia al legado histórico de Chile, en el sentido que ya no se enseña la historia de Chile con respecto al valor y entrega de los chilenos para configurar este país en lo que actualmente es, y me refiero a todo lo acaecido en la época decimonónica en que Chile tuvo que enfrentarse en diferentes guerras para afianzar un respeto entre sus pares sudamericanos que intentaron desde un principio quitarle territorio y humillarla para afianzar sus intereses económicos.

 

El inicio del proceso se vivió en las guerras de independencia (1810-1818) en que un puñado de hombres y mujeres amantes de su patria, quisieron darle soberanía propia; aunque pudieron dársela gracias a su origen luchador heredado por los mapuches que pelearon en la guerra de Arauco desde el arribo de los españoles[6] hasta que, cedieron su lugar a los soldados mestizos y criollos que tuvieron la misión de expulsar a los españoles[7].

  

Este proceso independentista tuvo diferentes etapas, desde su gestación al formarse la primera junta nacional de gobierno en 1810, hasta la victoria en Maipú el 5 de abril de 1818, hecho que por el cual se proclamó el gobierno independiente de Chile[8] .

   

Fueron muchas batallas y muchas vidas que costo este deseo impulsado por la independencia estadounidense en 1776 y las ideas revolucionarias francesas de Rouseau y Montesquieu, que desembocaron la revolución de 1789; pero el proceso en Chile ve su génesis en 1808 cuando en Europa se vive en pleno el proceso de la era napoleónica.

  

Pero; ¿Por qué hechos ocurridos a tantos kilómetros de distancia de nuestra tierra fueron capaces de inspirar la necesidad de luchar por el ideal romántico de la independencia?

 

La respuesta es simple; en todos los procesos de independencia ocurridos a lo largo de la historia mundial se ve el mismo motivo; incluso más poderoso que el deseo de libertad[9] ; y es el de velar por el progreso y desarrollo de la tierra en que se vive; dicho en otras palabras, por el progreso de La Patria, y mas que nada, lo que esos líderes buscaron, fue la necesidad de hacer conciencia entre sus pares para luchar por su tierra mancillada y maltratada por el imperio al cual estaban subyugados.

  

Fue entonces, usando esa lógica, que en Chile; tras saber de los hechos acaecidos en Estados Unidos, Francia y España[10] (con la prisión de Fernando VII en 1808, lo que permitió el proceso de formación de juntas de gobierno en las colonias dependientes de España); los chilenos fueron capaces de velar por el bien de su Patria y de paso, afianzar su libertad[11].

  

En Chile, el deseo firme de independencia es manifestado explícitamente por primera vez en 1812 cuando en la constitución Carrerina existía un artículo que rezaba: “Ningún decreto, providencia u orden que emane de cualquiera autoridad o tribunales de fuera del territorio de Chile tendrá efecto alguno; y los que intentaren darles valor, serán castigados como reos de Estado”[12] , fue entonces, como este simple artículo configuró el deseo de salvar a la Patria y proclamar la libertad; pero, ¿Cómo fue posible que estas líneas fueren capaces de hacer posible la lucha por la independencia?.

 

La respuesta a esta pregunta es que todas las clases se unieron entorno al sentimiento de Patria[13], y esta unión se vio reflejada más fuertemente en las haciendas coloniales; ya que fueron los abusos de los españoles en contra de los patrones lo que hizo al mestizo empleado luchar por ellos y ayudarlos, tal como lo dice Guillermo Feliu Cruz en el texto “Patria y chilenidad” “Los intereses de los trabajadores se amalgamaron con los de los patrones en las explotaciones de las incipientes fuentes de riqueza”[14] , entonces, de alguna manera, el valor de la Patria une todos los sentimientos, clases y aspectos de la vida del hombre, lo que reafirma mi anterior postura sobre el patriotismo en que dije “es una virtud suprema, a la que se subordinan las demás” y, que con la cita mencionada de Guillermo Feliu, reafirma el valor económico, en donde el hombre encuentra el sustento para su subsistencia; y que como también dije, aquel sustento lo haya en la Patria.

 

Puede parecer majadero, el hecho de que insista en el mismo tema muchas veces y vuelvo a insistir que no se confunda con un nacionalismo Hitleriano, postura que ya desarrollaré en el tópico de “La Nación”.

 

Entendida “La Patria” entonces en estos dos aspectos: Uno como el ente por el cual el ser humano encuentra su máxima realización y el otro como el legado de herencia; se responde la inicial interrogante de que es la Patria, como se concibe y cual es la importancia; pues son estas definiciones las que concluyen con la eclosión del  Patriotismo en el chile del siglo XIX, y en particular en todas las guerras que chile enfrentó durante la época decimonónica.

 

Es esta doble definición de “La Patria” la que también responde  a la interrogante planteada a raíz de la declaración de independencia implícita en el articulo quinto del reglamento constitucional de 1812, al decir que “Ningún decreto, providencia u orden (…) tendrá en Chile validez alguna” es de todas maneras el afianzamiento de la conciencia nacional en torno al concepto y el valor de la patria.

 

Se entendió entonces que aquella tierra, que proporcionaba el sustento, el desarrollo, y bienestar, estaba siendo mancillada; y además aquella herencia, estaba siendo humillada por los extranjeros invasores, que se debía defenderla hasta rendir la vida si era necesario, con tal de que el enemigo fuese expulsado de la tierra en la cual se había nacido.

 

Costó muchos años y sacrificó muchas vidas, pero al fin se logró en 1818, tras la proclama de independencia que hizo O´Higgins en febrero de aquel año.[15]

 

Tras un largo proceso de organización del estado, vino el segundo conflicto internacional que obligaría a los ciudadanos a defender nuevamente el honor de la Patria.

 

La cita sería en el norte, en el año 1836, cuando la Patria se veía amenazada por los deseos imperialistas de Andrés Santa Cruz, quien ansiaba reconstruir el imperio incásico.

 

Fue acá cuando se vio el primer enfrentamiento entre las repúblicas del pacífico sur; una guerra desigual que enfrentó a dos naciones aliadas en confederación en contra de Chile[16]

  

El conflicto es dividido por los historiadores en dos partes, y tiene que ver con las expediciones enviadas desde chile contra el terreno peruano para defender el honor nacional.

  

La primera parte, o la expedición enviada desde Chile al mando del general Manuel Blanco Encalada

en 1837, se destaca por la rendición de las fuerzas chilenas que capitularon sin haber disparado un solo tiro, lo que concluyó con la firma del tratado de Paucarpata en aquel año, y las tropas chilenas arribaron derrotadas a nuestra tierra[17].

 

Al conocerse en el país tal humillación para las armas chilenas, el pueblo hirvió en un ferviente sentimiento patriótico, lo que obligó a organizar otra expedición, esta vez, al mando de un general chileno de nombre Manuel Bulnes, el tratado de Paucarpata fue invalidado y un ejército cercano a los 6000 hombres fueron destinados a revindicar el honor de las armas nacionales, mancilladas por la anterior actuación deshonorable. 

 

La victoria definitiva de esta campaña se logró el 20 de enero de 1839 en la Batalla de Yungay, departamento peruano de Ancachs; día que sería recordado posteriormente como “el día del roto chileno”; en aquel día se revindicó la dignidad de aquel hombre chileno, que de peón habitante de hacienda se convirtió en soldado con el fin de luchar por el honor de su Patria y la libertad de su pueblo; aquel, que sin saber de las reglas espartanas de la disciplina militar, cumplía muy dignamente la consigna perpetuada por los militares griegos que decía “AQUEL SOLDADO QUE TENGA QUE MANTENER SU PUESTO, A TODA COSTA LO HARÁ”, y hasta rendir la vida si es necesario. Fue entonces, que con ese pensamiento, aquel “roto”[18] fue capaz de sortear todos los peligros de la guerra y los naturales que aquel entorno geográfico desconocido para el le deparaban.

 

Es también la batalla de Yungay la formadora definitiva del sentimiento nacional, pues así como lo dice Francisco Antonio Encina en la cita escogida por Guillermo Feliú Cruz “fue la chispa eléctrica que determinó la eclosión del sentimiento adulto de la nacionalidad, y de las fuerzas espirituales que el azar feliz iba a transfigurar en un en Estado en forma, en el curso de su accidentado proceso de veinte años de de duración”[19]; pero ¿Cómo una simple batalla pudo configurar un sentimiento nacional? Y la respuesta a esto es simple, ya que, en calidad de soldado amante, honroso y guardián de su Patria, no hubo distinción de clases sociales, pues el patrón, el peón, el comerciante, el hacendado, y todos los chilenos se confundieron y amalgamaron en un solo cuerpo compacto que formó la falange que defendería el honor nacional muy bravamente y gallardamente aquel 20 de enero de 1839; además se entendió aquella entidad moral que representaban los símbolos patrios como el escudo de armas y su bandera; lo que representaba aquella tierra que sus antepasados les legaron y aquel lugar donde hallaban su sustento. Entonces se comprendió la gravedad que significaba que aquellos símbolos sagrados para los chilenos, se vieran humillados por las manos de los enemigos.

 

Pasado aquel periodo bélico, la nación comenzaría a verse amenazada por otro peligro que se fraguaba en las naciones altiplánicas, no contentas con la derrota de 1839[20], pues ahora intentarían apoderarse de territorio que legítimamente pertenecía a la Patria[21].

 

Fue que, tras la violación de tratados solemnes

(1866 y 1874) Bolivia abusó del pacifismo de nuestra Nación y junto con esto se fraguaba un pacto secreto entre las chancillerías peruana, boliviana y argentina[22], con el fin de humillar y cercenar a Chile; desembocó en la guerra de 1879, que enfrentó nuevamente a Perú-Bolivia, en alianza defensiva[23], contra Chile.

 

La guerra, llamada por los historiadores “La guerra del Pacifico”[24], fue una de las más duras y largas que ha enfrentado nuestro país en territorio extranjero; el “roto chileno” nuevamente se fue a los cuarteles a ofrecerse como soldado para gustosamente arriesgar su vida en aras de defender su tierra, que otra vez era amenazada por el abuso de confianza de los enemigos hacia nuestro país.

 

El conflicto duró hasta 1884, pero aún en la actualidad se pueden ver sus implicancias tras las reclamaciones bolivianas y peruanas que mencionaré mas adelante.

 

Como toda guerra, costó muchas vidas, pero la victoria ya estaba del lado de Chile en 1881, tras las victorias de Chorrillos y Miraflores; pero tal temple es producto de las batallas anteriores como lo fue Arica, Tacna, San Francisco, etc.; siendo aquel fervor motivado por la traición hecha por Bolivia a los tratados ya mencionados; entonces, el chileno sintió odio por los traidores, en especial contra “el cholo”, porque aquel personaje estaba convertido en autoridad en territorio que legítimamente era chileno; además de eso, aquella autoridad fue opresora y cruel con nuestros connacionales; de tal manera que cuando oficialmente estalla el conflicto el 5 de abril de 1879, fue la oportunidad de revindicar la humillación realizada y compensar los abusos perpetrados por los bolivianos.

 

Nuevamente el honor de la patria fue revindicado y se consigna definitivamente el respeto que ahora se tiene a la tradición militar y a las armas chilenas por parte de los vecinos americanos.

 

En páginas anteriores, establecí una interrogante que respondí muy escuetamente, y que en este momento se puede ahondar un poco más en ella.

 

Puse la interrogante ¿Por qué en esta época se da el desinterés referente al tema de la Patria?; y di como respuesta a la influencia de los entreguistas que desconocen aquel legado histórico que como lo he mencionado anteriormente costó mucho esfuerzo y mucha sangre a esos ciudadanos que nos precedieron y quisieron formar un ideal en torno a la tierra que les daba su protección y su sustento. Por culpa de aquellos infames entreguistas, ahora, quien hable del valor de la Patria, pareciese que cometiese un crimen que mereciere ser castigado con la muerte, pues al momento, aquel es asociado a los postulados del nazismo y del fascismo ó tratado como un militarista anti-integración; pero es menester comprender la verdad sobre la Patria y el patriotismo; por lo tanto, quien hable de ello no es un criminal, sino que solo busca defender el honor nacional tal como lo hicieron aquellos hombres y mujeres en la época decimonónica.

 

Otro argumento que estos entreguistas encuentran para invalidar histórica es el hecho de que los sentimientos patrióticos se asociaron con abstracciones y no con caudillos ni personalidades, por lo tanto, según su influencia, el sentimiento patriótico surgía con una guerra a merced del odio que se pueda sentir hacia el enemigo; pero lo que se desconoce es que aquel ideal patriótico es una obligación moral del chileno, pues como lo postularon los antiguos, era un deber sagrado y sublime servir a la Patria y morir por ella si era necesario; ya que esto  encuentra su asociación en la institución del clan familiar, en la relación que existe entre el antepasado y descendiente de alguna persona; por lo tanto, como he postulado anteriormente la Patria es algo extrahumano, y su tesis obedece siempre al patrón religioso[25], relacionado con el deber supremo de una persona; por ende, al hablar de patriotismo se hace hincapié en el origen superior o más antiguo que el humano al entenderla como legado y como proporcionadota de recursos; y es por esa razón que merece ser servida por entero hasta rendir la vida si es necesario.   

 

 

LA NACIÓN

 

Otro ente importante, componente de la patria, resulta ser la Nación, la que se define como un elemento unificador de los habitantes de un pueblo en base a sus valores formadores, pero “lo que realmente constituye el signo distintivo de una Nación, lo que la crea y sostiene, en suma, es el hecho de que todos los miembros de la colectividad social establecida en un territorio determinado, desde el más humilde al más poderoso, desde el más ignorante al más sabio, tienen la conciencia más clara y más resuelta de que persiguen conjuntamente la realización de cierto ideal que tiene sus raíces en el territorio habitado por ellos y que no podrán lograr si no tuviesen la posesión del territorio mismo”[26], como puede notarse entonces, la Nación es el elemento integrador de todos los aspectos de un grupo social como su lengua, su cultura, su raza, su tradición, su religión y su historia; las que nacen del suelo que se habita, o sea, nacen de la Patria, y adquiere su calidad como tal cuando se materializan en la realización e institucionalización de un gobierno central y un Estado, que obviamente pretenderá mantenerse y perpetuarse en el tiempo.

 

A diferencia de “la Patria”, la Nación se halla consignada en una doctrina bautizada como “nacionalismo”, y el patriotismo se enmarca dentro de esta doctrina como cosa sinónima, siendo que, como lo he manifestado en este texto, no son la misma cosa, como se pretende que sea; pues el patriotismo es un valor inherente a la persona que consiste en servir a la Patria, y el nacionalismo surge cuando a la lucha por el honor de la Patria se le agrega el interés del Estado o una institucionalidad de gobierno.

 

Pero como lo fue con la Patria; ¿De qué forma surge el pensamiento nacionalista, como ese sentimiento se une con la Patria y porque sufre la degradación que actualmente tiene?

 

Las respuestas a estas interrogantes las hallamos consignadas por diversos autores, muchos de los cuales se encuentran en la compilación de ciertos ensayos con el titulo “Pensamiento Nacionalista”, recopilados por Enrique Campos Menéndez[27], pero como se da respuesta a las interrogantes planteadas…

 

Primero; el pensamiento nacionalista encuentra su génesis en la época renacentista con el periodo de la Ilustración y que después se la vinculó con el Liberalismo Económico pregonado por Adam Smith en su “Riqueza de las Naciones”, pero su fuerza vino a sentirse en la última parte del siglo XVIII y la primera mitad del siglo XIX con las revoluciones francesa de 1789 y las liberales de 1848, en que se buscaba liberar a la Patria, ó luchar por el bien de la Nación versus el antiguo régimen monárquico despótico y absolutista.

 

Pero el nacionalismo como doctrina y accionar encuentra su máxima expresión en el siglo XX post primera guerra mundial con el surgimiento del Fascismo en Italia y el Nacional-Socialismo en Alemania.

 

Brevemente comentaré que significa cada uno de estos principios ya que tales doctrinas ya se encuentran muy bien analizadas por los historiadores.

 

El nacionalismo en Italia tiene su origen en el pensamiento de Enrico Corradini, que fue el antecesor directo del pensamiento Fascista De Benito Musolini.

 

El pensamiento de Corradini puede ser resumido como la relación de subordinación que debería existir en la parte política y económica, porque creía que la existencia de una Nación depende de las demás. Para él “las naciones son hechos históricos que acontecen y acontecerán. Una nación es un hecho geográfico, es un hecho climático, es un hecho étnico. Se discute sobre el valor de la Raza en la composición, pero no se puede discutir sobre la mezcla de las sangres, sobre las distintas composiciones de sangre que hacen a los italianos, los franceses, los españoles, los alemanes, los ingleses, y así, ininterrumpidamente, diferentes entre ellos”[28], por lo tanto el sentimiento nacional no iría en detrimento de las relaciones entre Estados y Gobiernos, solamente se hace la distinción entre tradiciones y razas, siendo que en ese sentido se fortalecería más la solidaridad entre clases que la lucha entre ellas como sería un postulado marxista ; sino que para Corradini “el nacionalismo es, en suma, la reafirmación de la solidaridad nacional contra la lucha de clases; es el esfuerzo realizado para responder en su lugar a las clases y subordinarlas de nuevo a los fines de la Nación”[29]; el hecho de que exista una “subordinación a los fines de la Nación” puede ser tomado de dos formas: una como el sentido integrador que podría darse; donde todos los habitantes de una Patria se hagan un solo cuerpo y luchen en pro de la Nación para que todos tengan un bienestar y desarrollo mutuo al abogar todos por el mismo fin. Otra visión de este mismo postulado podría ser entendido como el primer vicio del nacionalismo en que prevalece el bien nacional ó del Estado por sobre el bien personal, por lo tanto el individuo no importaría para nada, sería un agente más dentro de la Nación y subordinado a esta; y justamente es esa visión la que aprovechan los entreguistas parta invalidar esta doctrina, pero la refutación a ese planteamiento es el siguiente:

 

Si existe una conciencia de unión en un sentimiento Patriótico-Nacional, no existiría un sesgo de desigualdad y atropello hacia los derechos fundamentales de la persona humana al ir por el bien de la Nación; sino que al contrario, el vinculo “Persona-Nación” se fortalecería aun más, ya que tal como lo puse en el tópico de “la Patria”, “entendida esta en dos aspectos; uno como la herencia que se hace de una generación a otra; y el otro como el ente por el cual encuentra su máxima realización”[30], existe una suerte de simbiosis directa, o sea, organismos que actúan en mutuo beneficio para lograr el desarrollo, por lo tanto la Nación sustenta y ampara al ser humano; y este a su vez la cuida y protege; y esto como una necesidad vital, ya que si la Nación termina y la Patria desaparece, el individuo irremediablemente está condenado a morir, porque la base de su sustento no estaría y tampoco sería un individuo con identidad propia, sino que miembro de otro agente extraño que no tiene su mismo origen[31].

 

Como continuador de los principios de Corradini, surgió la figura de Benito Musolini, quien venía de desde el partido socialista, ya separado de los postulados marxistas, para velar por el bien y desarrollo de su nación italiana, que en aquella época (periodo entreguerras) se hallaba inmersa en una gran crisis.

 

Resulta curioso que siendo originalmente de pensamiento socialista, haya Musolini cambiado radicalmente de postura, transformándose en un nacionalista vinculado a lo que se llamaría “ultra-derecha”, pero esto se debe a que Musolini era un pedagogo, y que más adelante, al toparse con los principios de Nietzche, Sorel, Maquiavelo, entre otros; agregó a su postura socialista el valor del bien nacional, tomando en cuenta un fuerte componente social.

 

Musolini afirmaba que el bien del proletariado se lograría mediante la existencia de un Estado fuerte, por lo tanto el objetivo del Fascismo es acentuar la razón del Estado, la que sería en definitiva la razón de la nación, siendo la síntesis del Fascismo la frase pronunciada por Musolini en su discurso del 28 de octubre de 1935 en Milán: “Nada contra el Estado, Nada fuera del Estado, todo en el Estado”[32].

 

Al centralizar su pensamiento en la existencia del Estado, en que todo es controlado por él y todo creado por él, Musolini estaría desconociendo la cadena que formo al Estado, ya que primero existió la noción de Patria, a la que se debe cuidar y defender; posteriormente se estableció el sentimiento de unidad al forjar la Nación, o sea el cuerpo homogéneo que comparte una historia, una tradición, un lenguaje, etcétera; y al darle una organización gubernamental surge el Estado, todo con el fin de proteger a la Patria, para que no sea vulnerada ni humillada por un agente extranjero.

 

Otro caso emblemático del pensamiento nacionalista del siglo XX fue el desarrollado por el partido Nacional Socialista Obrero de Alemania, más conocido como partido Nazi, el que adquirió mucha fuerza con la figura de Adolfo Hitler.

 

Los principios nacionalistas hitlerianos presentan mucha semejanza con los postulados de Musolini, pero a diferencia de este, Hitler agrega la importancia de la Raza como elemento fundamental de la lucha nacionalista; siendo que para Musolini, la fundamentación de la lucha es por el bien y la supremacía del Estado, y Hitler en definitiva buscará el afianzamiento de la raza Aria, la cual es progenitora del pueblo alemán.

 

Muchas cosas se pueden decir sobre el nazismo, pero no es objetivo de este texto examinarlo en profundidad, por ende, al tomar lo medular de esta ideología, como lo es el tema de la raza, se pretende hacer entender que un patriota no es lo mismo que un Nazi ó un Fascista como los entreguistas pretenden que sea, para poder así condenarlo.

 

Para Hitler, la Raza Aria es la destinada a gobernar el mundo dominando a las otras, y es por eso que para ellos  se fundamentan las persecuciones que durante la Segunda Guerra Mundial hicieron al pueblo Judío.

 

Si bien es cierto la Raza es un elemento unificador, no es el único que forma el sentimiento nacionalista; encontramos también como valores formadores o unificadores de un pueblo la historia, la lengua, la tradición, la cultura, etcétera; los que en su conjunto forman la Nación, tampoco por si mismos estos elementos deben ir en detrimento de otra etnia o grupo sin que halla provocación; al parecer esto se opone diametralmente a todo lo que he expuesto anteriormente, pero no lo es.

 

No lo es porque se actúa en defensa de los valores, las tradiciones, la cultura, la Patria en general; cuando estos se ven amenazados por un peligro causado por un grupo minoritario ó una etnia extranjera, y en ningún caso estos valores deben ser usados para alegar superioridad, pero tampoco motive un entreguismo amnésico en el que se combina el olvido de nuestras tradiciones y nuestros héroes con la entrega y el cercenamiento de la Patria; dicho en otras palabras; todos los valores unificadores o formadores de un pueblo deben fomentar en el chileno un sentimiento de orgullo por pertenecer a esta Patria, y ese orgullo debe llevarlo a la defensa y salvaguardia de estos valores cuando se vean amenazados.

 

Es por esa defensa que en Chile hemos visto guerras civiles provocadas por la defensa del progreso y el desarrollo de la Nación vistas desde las concepciones de bandos antagónicos.

 

Todas las guerras civiles[33]  se produjeron en la época decimonónica; y la primera de ellas se produjo durante el periodo de independencia (1810-1818), y fue la acaecida en 1814 tras la firma del tratado de Lircay[34], en que tras la violación a este por parte de los realistas, se enfrentaron las tropas al mando de José Miguel Carrera con las tropas al mando de Bernardo O´Higgins.

 

El conflicto estalla por el descontento popular que causó la firma del tratado de Lircay, lo que aprovechó Carrera para deponer al director supremo Francisco de la Lastra y quedarse en el poder, eso causa que las tropas de O´Higgins, con el deseo de restaurar el gobierno legalmente existente, avanzan a Santiago, mas el enfrentamiento no pasó más allá de la contienda del 26 de agosto en Tres Acequias, puesto que venían desde el Perú refuerzos realistas al mando de Mariano Osorio.

 

Es considerado una guerra civil porque el fin del conflicto terminó con el fusilamiento de José Miguel Carrera en la cuidad argentina de Mendoza el año 1821, y tuvo ese fin por las desavenencias con José de San Martín y O´Higgins, contra el cual se proponía efectuar la guerra que no se concretó en 1814 por la presencia de un enemigo común; pero que después del conflicto con los españoles ya no tendría impedimentos para enfrentar a O´Higgins, pero, traicionado por sus propios compañeros es detenido y apresado en Mendoza, siendo posteriormente fusilado el 4 de septiembre de 1821.

 

La segunda guerra civil estalló en 1829[35], aunque se estaba gestando desde mucho antes. Sus escenarios principales serían en Ochagavía, batalla librada el 14 de diciembre de 1829; y en Lircay, enfrentamiento acaecido el 17 de abril de 1830. Como causas de este enfrentamiento se pueden mencionar:

 

Tras el fracaso del sistema federal implementado en Chile, la diferencia entre partidos políticos condujo a una inestabilidad de gobierno, y fue entonces, que el problema suscitado en la elección del vicepresidente de la República, que debía secundar a Francisco Antonio Pinto; el detonante del conflicto que enfrentó a los chilenos[36]. Tal problema fue producto de la dimisión de Pinto a la presidencia, por lo tanto adquiría mucha importancia la elección del vicepresidente, y tal cargo lo disputaban Francisco Ruiz-Tagle, representando a los conservadores; Joaquín Vicuña por los liberales, y Joaquín Prieto, abanderado de los O´Higginistas.

 

Legalmente la elección fue ganada por Pinto con 122 votos; después Ruiz-Tagle con 98 votos, debiendo este último ocupar el cargo de vicepresidente, pero como era opositor a los Pipiolos (el bando liberal), el congreso decidió proclamar a Joaquín Vicuña, que paradojalmente obtuvo la menor votación (48 votos).

 

Como la elección de Vicuña fue inconstitucional, el país se dividió en dos grandes bandos; por un lado estaban los Estanqueros, O´Higginistas y Pelucones[37]; liderados por Diego Portales y Rodríguez Aldea; y por el otro bando quedaron los Pipiolos y liberales exaltados; liderados por Freire y oficiales veteranos de las guerras napoleónicas como Fernando Tupper, Benjamín Viel y José Rondizzoni. 

 

La contienda se decidió en dos batallas: Ochagavía, donde los bandos se enfrentaron cerca de la capital y no hubo un ganador claro, como consecuencia de ello se estableció una junta de gobierno, lo que calmó los ánimos de los bandos antagónicos, pero no fue suficiente, ya que el conflicto se resolvió finalmente el 17 de abril de 1830 en la batalla de Lircay, siendo el desarrollo de la batalla de la siguiente forma: “Prieto poseía la superioridad numérica (2.200 hombres contra 1250); pero la infantería de Freire era de mejor calidad. Prieto contaba con lugartenientes tan experimentados como sus sobrinos Cruz y Bulnes, mientras su contendor disponía de los ardorosos jefes extranjeros Viel, Rondizzoni y Tupper, los dos primeros veteranos de las guerras napoleónicas.

 

Las tropas de Freire avanzaron con gran decisión, pero fueron obligadas a replegarse hacia río Lircay, donde se renovó el combate con mayor violencia: las milicias de caballería de Prieto fueron destrozadas por los jinetes de Viel, los que por perseguirlos abandonaron la línea de batalla y fueron abatidos por la caballería veterana de Bulnes, que cayó sobre ellos y los persiguió hasta obligarlos a buscar la salvación en la orilla norte del río.

 

Pero la batalla duró todavía dos horas más. La infantería “constitucional”, no pudiendo emprender la retirada por tener sobre sí a todo el ejercito de Prieto, presentó la más enconada y sangrienta resistencia, en tal forma que fueron muertos en la refriega la mayor parte de sus oficiales”[38].

 

Esta batalla puso fin al conflicto y como consecuencia, el bando conservador quedó en el gobierno dando inicio al periodo llamado “República Conservadora” donde tendría un rol preponderante la figura del llamado fundador del Estado como lo fue Diego Josef Pedro Víctor Portales y Palazuelos[39].

 

El temple y la influencia de Portales dieron pie a la organización de un Estado fuerte, centralizado en la figura del presidente de la República, lo que sería muy útil frente a los conflictos internacionales en que se involucrarían los chilenos.

 

Siguió después otro enfrentamiento civil que tendría lugar en 1851; dividido en dos etapas: una revuelta que enfrentaría a Bulnes, y su resolución final en el gobierno de Montt, en la batalla de Loncomilla, ocurrida el 8 de diciembre de 1851.

 

A finales del gobierno de Manuel Bulnes, se presentaron dos candidatos a la presidencia: el intendente de Concepción, general José María de la Cruz y Manuel Montt Torres.

 

La contienda se produjo porque nuevamente entró en escena el bando de los liberales, siendo el primer acto revolucionario el motín del 20 de abril de 1851 dirigido por el coronel Pedro Urriola, en que sus fuerzas del regimiento Valdivia dieron una encarnizada lucha en el cerro Santa Lucía frente a las tropas leales al gobierno dirigidas por el mismo Bulnes. La revuelta fue sofocada no sin antes causar muchos muertos, entre ellos el propio coronel Urriola.

 

La elección posteriormente se realizó normalmente dando por triunfador al conservador Manuel Montt con 132 votos por sobre el liberal Cruz que solo obtuvo 29 votos en su provincia.

 

Después de esta revuelta en la capital surgieron dos focos revolucionarios: Concepción y La Serena; siendo de los dos el primero que tendrá más preponderancia.

 

En Concepción las tropas al mando de José de la Cruz quisieron dar la lucha por las causas liberales, pero fueron derrotadas por las tropas de Manuel Bulnes, primo de Cruz. El encuentro decisivo se concretó a orillas del río Loncomilla el 8 de diciembre de 1851. Como consecuencia se firmó la capitulación de Purapel que dio por terminada la revuelta definitivamente porque en La Serena el movimiento cayó en manos de dirigentes incapaces en que no hubo necesidad de repelerlos por las armas.

 

Esta revolución significaría el quiebre de los conservadores[40] y el advenimiento de los gobiernos liberales.

 

Tal transición fue producto de la revolución de 1859 en que la fusión liberal-conservadora se opuso firmemente a la política autoritaria de Montt. Hubo varios focos en que estalló la revolución, siendo todos controlados excepto Copiapó, en que el empresario Pedro León Gallo Goyenechea armó una milicia y venció a las tropas gubernativas en el combate de Los Loros, producido el 14 de marzo de 1859, lo que permitió ocupar La Serena, pero fueron derrotados el 29 de abril de aquel año en la batalla de Cerro Grande por las tropas comandadas por el general Juan Vidaurre Leal, teniendo que partir Gallo al exilio.

 

Poco a poco comenzó la transición el liberalismo, época que tendría un final armado muy cruento como lo fue la guerra civil de 1891.

 

Tuvo como escenarios muchos combates y es la más conocidas de todas las guerras civiles, y esto fue por la crueldad de sus acciones y por su implicancia en los destinos políticos del País.

 

Esta vez se enfrentarían los Congresistas y los Balmacedistas, disputa causada por el trámite de la ley de presupuesto para el año 1891, ya que, en vista a que no se aprobaba, el presidente Balmaceda promulgó la del año anterior, cometiendo un acto inconstitucional, por ende fue la mecha que detonó el conflicto. Tras muchos combates, la revolución se decidiría en Concón y Placilla, sucesos ocurridos el 21 de agoste de 1891 y el 28 de agoste del mismo año, respectivamente.

 

La revolución terminó con el gobierno de Balmaceda[41] y de paso condujo al fin del liberalismo con el advenimiento de los conservadores representados por los parlamentaristas.

 

Pero al examinar todos los conflictos civiles que ha sido testigo la historia del Chile decimonónico[42] ¿Cual es la relación con el tema?, la relación surge en el sentido del porqué se producen las guerras civiles, y es por defensa de una idea progresista de la Nación, que llevará al desarrollo de la Patria, o sea, el nacionalismo entonces puede ser definido como la lucha por la cual se busca lograr el bien de la Patria dentro de ella; y es por eso que surgen estas guerras civiles, donde esas concepciones se tienen desde puntos de vista diametralmente opuestos.

 

Dentro de este tópico he puesto una interrogante inicial que se ha ido respondiendo en forma gradual ya que se han visto los orígenes del pensamiento nacionalista, tanto internacional como en Chile (y he ahí donde entran a escena las guerras civiles); su relación con el tópico de la Patria, que se ha respondido en base a la diferencia entre la lucha patriótica y la lucha nacionalista; siendo esta distinción que la lucha patriótica ó por la Patria se ha sostenido en base a conflictos internacionales en los que un agente externo tiene intenciones de atentar contra los valores y la tierra patria; y la lucha nacionalista surge por motivos de la preservación y el desarrollo de la Nación a nivel interno en que dos bandos se oponen y chocan en forma armada. Pero aquella pregunta tiene un tercer componente y es el tratar de responder porqué el valor de la Nación tiene la degradación que actualmente tiene, y eso se responde, al igual que en la Patria, a la influencia de los entreguistas que tienden a vincular a la persona que hable de la importancia de esto con los principios hitlerianos ó mussolinianos, ganándose el apelativo de “Nazi” ó “Fascista”, y por lo tanto pasa a ser una especie de criminal. Pero la perdida de estos valores, como la Patria, la Nación, etcétera; conlleva a una falta de identidad, también es producto de un mal entendido sentido de globalización, en el cual la integración al mundo conectado por las comunicaciones digitales y la tecnología, ha posibilitado que se desprecie la historia local o dicho de otro modo se desconozcan nuestras raíces en pos de la absorción de tradiciones y cosas provenientes de otras culturas e idiosincrasias que finalmente concluirán con la destrucción de lo más sagrado que una persona puede tener: Los principios y valores formadores que le dan razón de ser.

 

 

LA IDENTIDAD NACIONAL

 

Como se ha mostrado en páginas anteriores, la decadencia de los sentimientos patrióticos y nacionales lleva a un pueblo que definitivamente no tenga identidad y que tampoco conciba un ideario colectivo.

 

Pero, ¿Qué es la identidad nacional y como se construye?; ¿Por qué adquiere importancia al hablar de tradición y legado?; ¿Qué implica la falta de identidad de un pueblo?

 

Estas interrogantes pueden ser respondidas de forma muy fácil, ya que su lógica es muy evidente.

 

Por identidad se entiende la “cualidad de ser una persona la que se supone”[43], ó dicho de otro modo es el rasgo característico de algo (persona o cosa) y que lo distingue de otro.

 

Pero eso aún no resuelve la primera interrogante, pues ella pide que se defina “identidad nacional”, y sólo he definido el concepto de identidad, mas al entender “Nación” como “elemento unificador de los habitantes de un pueblo”[44] se puede sacar el significado de este concepto compuesto que sería la amalgama de los valores unificadores de un pueblo, que le dan su sello especial que lo diferencia de los demás grupos sociales.

 

Con eso se respondería la primera parte de la interrogante, ahora bien, referirse a su construcción, requiere el análisis de ciertos procesos y personalidades.

 

Como ya he consignado en páginas anteriores, la construcción de un ideario colectivo o una identidad nacional es un proceso que se origina por la noción de la defensa de la Patria y la preservación de los valores formadores de un pueblo, como su cultura, su tradición, su historia, idioma, etcétera; todo lo que le da cohesión y unidad a los miembros de un grupo social, y esta salvaguardia requiere la preparación constante de sus miembros, conscientes de que si dejan de creer en ella estarán condenados a desaparecer.

 

Entonces se habla de una identidad nacional cuando existe una creencia común y uniforme a todos los miembros de una sociedad y la distingue de otro grupo.

 

En Chile, la construcción de un ideario colectivo se remonta vagamente en las guerras de Arauco[45] adquiriendo su apogeo en las guerras decimonónicas, para lamentablemente caer en decadencia en la actualidad, a raíz de un mal entendido sentido de globalización.

 

Se nombra a las guerras como signo de su construcción porque es en ellas donde estos valores se ven amenazados por ka invasión de un ente extranjero, siendo el valor de la Patria el que adquiere fuerza e inspira a sus hijos a defenderla hasta rendir la vida si fuere necesario. Siguiendo la misma lógica se puede decir entonces que es en las guerras donde el chileno decimonónico gustosamente se ofrecía en los cuarteles para defender la tierra que le da sustento, le da vida y es la guardiana de sus tradiciones heredadas por sus antepasados.

 

Si no hubiese existido esta conciencia, el proceso de Independencia no habría existido, y si aun así se hubiese llevado a cabo, las guerras que posteriormente Chile enfrentó con los países del pacifico sur habrían significado el fin del pueblo chileno, ya que se hubiese dado pase libre a los deseos expansionistas de Andrés Santa Cruz, y se habría permitido que en 1879 Chile no contara con los capitales salitreros para su desarrollo[46].

 

Ahora bien, las guerras son el proceso general, pero estas son peleadas por hombres y mujeres dirigidos por líderes que pasan a ser héroes, ya que es gracias a ellos que se pudo asentar un respeto hacia Chile por parte de los países del pacifico y del mundo.

 

Dentro de todos los procesos son miles de actores que intervienen en ellos, pero siempre destacan líderes; ya sea por su virtud de dirección de las masas ó por su temple particular que lleva al heroísmo sublime de morir en batalla por defensa del honor de la Patria.

 

En el tópico dedicado a la Patria se habló de tres procesos que asentaron la eclosión del sentimiento patriótico, ó dicho de otro modo, tres procesos que hicieron conciencia de una identidad nacional, y ellos fueron la Independencia y las dos guerras contra las repúblicas del altiplano. Dentro del desarrollo de ellas se vio nacer a notables figuras que quedaron inmortalizadas en los anales de la historia de Chile y que ahora están siendo olvidados.

 

Dentro de lo que fue la Independencia, existen dos figuras que son objeto de la leyenda, tanto por sus características como por sus actos al servicio de su tierra y la libertad de esta. Uno de ellos es un capitán de caballería llamado Manuel Javier Rodríguez Erdoiza, y el otro un coronel de caballería de nombre Josef Santiago María Estanislao Bueras y Avaria[47], más conocido como el “Huaso Bueras”.

 

Don Manuel Javier Rodríguez Erdoiza nació en Santiago el 25 de febrero de 1785 y murió asesinado en Til-Til el 24 de mayo de 1818; hijo de don Carlos Rodríguez de Herrera y Zeballos, y de doña María Loreto de Erdoiza y Aguirre. Hizo sus estudios en el convictorio carolino donde fue compañero de José Miguel Carrera Verdugo. Fue de vital importancia dentro de la causa Patriota que buscaba la independencia de España, ya que cumplió las funciones de espía, correo, guerrilla, y líder político; esto a causa de de que era el nexo entre los patriotas  que resistían en Chile al llegar Mariano Osorio con las tropas que derrotaron a O´Higgins en Rancagua; y las tropas del Ejército libertador aguardadas en Mendoza a la espera del ataque final que derrotaría a los españoles. Muchas cosas pueden decirse de este gran patriota, pero lo que adquiere real importancia es el como se formó su leyenda. Fue que por su ingenio y astucia resultó ser el enemigo más difícil para los españoles, ya que se escabullía muy rápido de las manos de sus enemigos y usaba disfraces que muy difícilmente delataban su calidad de guerrero.

 

De Él destaca una frase celebre, que posteriormente se transformaría en una bandera de lucha: “¡AUN TENEMOS PATRIA CIUDADANOS!”, pronunciada en un momento en que la gente estaba desmoralizada por causa del asedio español y la tardanza del Ejército andino para revindicar la libertad de la Patria. Fue Él capaz de devolver el ánimo a la gente y los instó a seguir resistiendo, fue así como entonces formó su escuadrón de caballería bautizado como “Los Húsares de la Muerte”, famosos por sus montoneras y correrías durante la época de reconquista.

 

Por el fusilamiento de los hermanos Carrera[48], encabezó una manifestación, en la que entró a caballo al palacio de gobierno, donde fue arrestado por desacato a la autoridad, hecho que le costó su vida, pues el 24 de mayo fue asesinado en Til-Til.

 

Un caso distinto, pero no menos significativo fue do Josef Santiago María Estanislao Bueras y Avaria, nacido en el año 1786 y muerto el 5 de abril de 1818, en una carga de caballería efectuada en la batalla de Maipú; hijo de don Francisco Bueras y de doña Josefa Avaria. Adquiere su significación por justamente la causa y forma de su muerte dando su vida por consolidar la Independencia de su Patria del yugo español.

 

Dentro de las líneas del Ejército libertador alcanzó el grado de coronel del arma de caballería, siendo comandante del Granaderos de Chile, al igual que Rodríguez, formó su leyenda en base a su temple y audacia que le costaron su muerte aquel 5 de abril de 1818 en el campo de honor de Maipú , y el relato de su muerte dice así: “sin conceder respiro a hombres ni caballos, Freire volvió atrás y como un rayo cargó, cuesta arriba contra la infantería del brigadier Ordóñez. ¡Era el Burgos! Y formaba el cuadro para resistir el terrible empuje de los jinetes patriotas. Bueras se había colocado dos sables para combatir en esa jornada, recordando que en casos anteriores había roto su sable en medio del ardor de la pelea. Hermoso, la cabellera al viento, sobre su caballo negro que devoraba la distancia, avanzó al frente de sus hombres repartiendo sablazos, hasta que una bala penetró en su pecho. El bravo que había desafiado a la muerte tantas veces vaciló, soltó los estribos, su brazo se abatió y el gigante defensor de la Patria cayó, midiendo con su cuerpo el campo de batalla (…) sobre el terreno quedaban 19 cazadores a caballo, entre ellos el heroico comandante del 2° escuadrón, el teniente coronel Santiago Bueras, junto a otros ochocientos soldados que en ese día dieron su vida por la libertad de Chile”[49].

 

Si bien es cierto su figura no tiene la misma leyenda que Rodríguez, su acto no es menor, ya que murió por el honor de la Patria y la libertad de ésta, y es por eso que tomo el caso de Santiago Bueras ó “El Huaso Bueras” como lo llaman, ya que es muy poco conocido y prácticamente ya olvidado, pero su significación no es menor y eso también se verá en hombres y mujeres que, avanzado el tiempo dentro del mismo siglo XIX, darán su vida en aras de la Patria.

 

Tal es el caso de un héroe anónimo que muy pocas veces es nombrado por los historiadores, y es una figura que destacará en las guerras del pacífico (1836 y 1879) en que Chile defenderé sus intereses por el advenimiento del expansionismo de las repúblicas aliadas del altiplano; para apalear esta situación y defender el honor de la Patria mancillado por los enemigos, surge la figura del llamado Roto chileno.

 

Es ese singular personaje, muy pocas veces nombrado, que junto a sus bravos generales darán a las armas de Chile y a la Patria en general, el respeto que hoy se le tiene, se le conmemora el día 20 de enero, día que también recuerda la victoria de Yungay. La característica principal de ese hombre es que de peón de hacienda se transformó en un soldado, que sin formación militar alguna supo cumplir con su deber patrio al aplicar la máxima famosa dentro de los militares espartanos que rezaba “aquel que tenga orden de mantener su puesto, a toda costa lo hará”, aunque estuviese en juego su vida; es por eso que de Él se desprenden otros atributos como su carácter luchador y perseverante, y eso transmitido por su antepasado mapuche que luchó tenazmente por mas de trescientos años por defensa de su familia y su tierra. Sin embargo, ahora lamentablemente su imagen inspira algo muy similar a la suciedad y la inmundicia, desconociendo todo lo que por la Patria y por nosotros ha hecho; esto es evidenciable cuando se usa el apelativo de “roto” denota un sesgo  peyorativo tremendo, todos debemos nuestra actual existencia a ese ser que ahora se tacha de ignorante y representa lo peor de nosotros; pues si el no acompaña a los personajes destacados de la historia, no existiríamos como actualmente vivimos, y posiblemente la Patria y la Nación de Chile habrían desaparecido.

 

Otros personajes, grandes héroes que sufren la epidemia de la amnesia colectiva son los que pelearon en 1879 contra las repúblicas aliadas de Perú y Bolivia.

 

De los muchos que hubo, tomaré el caso de tres: el capitán de fragata, don Agustín Arturo Prat Chacón; el teniente coronel, don Eleuterio Ricardo Ramírez Molina; y el capitán, don Ignacio Carrera Pinto con sus 76 valientes[50].

 

El caso del capitán Prat es el más conocido, pese a lo basureado y vapuleado que actualmente se encuentra a causa de los entreguistas que son incluso capaces de cuestionar sus facultades mentales al examinar su proeza. Este abogado de profesión y marino de devoción nació en 1848 siendo hijo de don Agustín Prat Barril y de doña María del Rosario Chacón Barrios. Llevó una honorable vida y fue digno de morir de la misma forma el 21 de mayo de 1879 a los 31 años de edad. Contrajo matrimonio con doña Carmela Carvajal, con la cual tuvo dos hijos: Blanca Estela y Arturo, a los que sin duda alguna llenaría de honor y gloria con su muerte heroica en aras de la Patria.

 

Llega el momento de la batalla y frente a una notable superioridad bélica del enemigo en aquella contienda[51], prefiere dar la pelea antes que rendirse, y es por eso que dice “Muchachos, la contienda es desigual, pero animo y valor. JAMÁS SE HA ARRIADO NUESTRA BANDERA ANTE EL ENEMIGO, y espero esta no sea la ocasión de hacerlo. Mientras yo viva, esa bandera flameará en su lugar, y si muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”, y es entonces que muy consecuente con sus ideales y deberes como chileno, pelea hasta morir valientemente en la cubierta del barco enemigo cuando grita “¡AL ABORDAJE MUCHACHOS!”, y una bala a traición lo derriba, dándole muerte un culatazo en la cabeza propinado por un soldado peruano, usando para este fin su fusil.

 

Pasado el tiempo, el altar de la gloria guardaría en sus recordatorios la figura de otro héroe muerto en la batalla de Tarapacá, el 27 de noviembre de 1879, que la historia recordaría como “el león de Tarapacá”[52], siendo su nombre Eleuterio Ricardo Ramírez Molina, teniente coronel comandante del 2° de línea.

 

Al igual que el caso de Bueras, es muy poco conocido y su heroísmo no es menor, ya que el relato de su muerte es el siguiente: “(…) Eleuterio Ramírez no quiso seguir preguntando. Aquella espiral de humo le aclaraba demasiado. Los heridos y las dos cantineras que los cuidaban estaban siendo quemados vivos. Descontrolado, en un arranque involuntario e irreflexivo, cogió las bridas del caballo de Necochea y montó en el. De un tirón lo volvió hacia el cerro Redondo e iba a espolearlo, cuando una bala lo cogió por la mitad del cuerpo. Con un alarido ronco, se doblo como se cierra una navaja, y rodó a los pies de la bestia (…) los soldados que no disparaban se habían acercado al comandante, y, entre expresiones condolidas, lo tomaron de brazos y piernas y lo entraron a la casucha vecina”[53], pero su valor pudo más que sus heridas físicas porque “Eleuterio Ramírez se arrastró con gran esfuerzo hasta la puerta, y asomó la cabeza a ras del suelo. Afuera una voz ordenó “avance”. El comandante levantó el revólver, apuntó e hizo fuego, un grito de muerte resonó a lo lejos. Luego dispara otra y otra vez, pero repentinamente, un tiro de fusil silbó como el restallar de un látigo, y el jefe del 2° de línea se encogió igual que si le hubieran dado una puñalada. Del muslo derecho le brotaba un surtidor de sangre, sin embargo, quiso seguir disparando, pero en ese instante varias sombras obstruyeron la puerta, y un oficial peruano lo señala con su sable:

- ¡Ese es el que dispara!

- ¡y el que dispara todavía!- afirmó porfiadamente Eleuterio Ramírez, apretando el gatillo por última vez. Pero su proyectil pasó por sobre las cabezas de los atacantes-

- ¡Erraste Condenado!- el teniente peruano Enrique Vargas, del regimiento N° 5, saltó adelante y le quitó el revólver de la mano crispada, volviéndolo contra la frente del caído. El teniente Lira Errazuriz, que yacía a dos metros, intentó oponerse, pidiendo clemencia para su comandante, pero fue tarde. El oficial peruano había oprimido el gatillo, y la masa encefálica del comandante Ramírez salpicó a todos como una lluvia macabra”[54]

 

Este relato sin duda corrobora características del chileno que están presentes en el sin importar su condición social ni económica: Luchar hasta la muerte; y los ejemplos de esta característica pueden verse en muchos casos de enfrentamientos y batallas, y precisamente otro de ellos es el que originaron 77 valientes, muchos de ellos muchachos de no más de 20 años, en que resistieron por más de 20 horas al enemigo, aquel 9 y 10 de julio de 1882[55]. Aquel combate solo acabó cuando todos los chilenos que defendían la plaza del pueblo de Concepción murieron, resistiendo por más de 20 horas las embestidas del enemigo. Su proeza es la inspiración que actualmente tienen los soldados de la Patria para jurar a la bandera y hacer solemne el compromiso de defenderla hasta rendir la vida si fuese necesario.

 

Esa tropa de valientes estaba dirigida por el entonces teniente Ignacio Carrera Pinto, y secundado por los subtenientes Julio Montt, Arturo Pérez Canto y Luis Cruz Martínez. Lo que llama la atención es que teniendo la oportunidad de rendirse y escapar de la masacre, no lo hayan hecho, y eso es explicable por el gran amor a Chile que ellos profesaron, pues ante las intimidaciones del coronel peruano Juan Gastó, Carrera Pinto contestó “En la capital de Chile, y en uno de sus principales paseos públicos, existe inmortalizada en bronce la estatua del prócer de nuestra independencia general José Miguel Carrera, cuya misma sangre corre por mis venas, por cuya razón comprenderá usted que ni como chileno, ni como descendiente de aquel deben intimidarme ni el número de sus tropas ni las amenazas del rigor”[56] y así fue que dieron la batalla, pereciendo todos por pelear en aras del honor de la Patria y justo a las 10:30 de la mañana del día 10 de julio, cuando sólo quedaban 5 chilenos: Luis Cruz Martínez y 4 soldados más, que se inmortaliza la frase “¡LOS CHILENOS NO SE RINDEN NUNCA!”, y con esas palabras estos últimos baluartes, que nuevamente instaban a rendirse, dan la carga ante una gran masa humana que terminó por despedazarlos.

 

Es esto lo que nos da identidad, la perseverancia en la lucha y la tradición de la cual somos descendientes, y es eso lo que ahora se ha perdido por culpa de los entreguistas y otro caso, ya más abstracto son las fechas que conmemoran sucesos de gran importancia dentro de la historia nacional como lo es el 18 de septiembre, día que se recuerda el inicio del proceso de emancipación con la instauración de la 1° junta de gobierno; el 19 de septiembre, día que conmemora las glorias del Ejército y el 14 de febrero, día que se hace alusión a la recuperación de Antofagasta por parte de las tropas chilenas en 1879, revindicando una región que legítimamente era chilena; y sin embargo estos entreguistas la tapan con la fiesta extranjera de San Valentín ó más conocido como “el día de los enamorados” día en el que floristas y comerciantes hacen lucro a causa de idealistas que viven felices soñando con una fantasía que llaman amor verdadero, y así otros días que han sido de real importancia y que ahora no se toman en cuenta. Es este el cáncer que hay que atacar, porque esto es lo que nos matará como nación y destruirá nuestra Patria.

 

De esa forma se han respondido a las dos primeras  preguntas; para dar respuesta a la tercera interrogante hay que remitirse a las causas de la perdida de la identidad.

 

Para explicar este fenómeno existe la “ley de decadencia de las naciones” en la que se reconoce un escaso desarrollo del instinto de conservación nacional. Este planteamiento se encuentra situado en un ensayo de Nicolás Palacios titulado “Decadencia del espíritu de nacionalidad”[57] donde pone como causa principal la influencia del mercader extranjero porque dice “es en realidad el mercader extranjero-por el hecho mismo de la internacionalidad del gran comercio- el que emprende la tarea de minar el sentimiento de nacionalidad (…) no es la felicidad del pueblo, su incremento numérico, su progreso moral y político lo que preocupa a. inmigrante mercader (…) no ve una sociedad, un pueblo organizado moral y políticamente en el país en que especula; solo ve sus riquezas explotables, y su sola preocupación es la de apropiárselas con el menor sacrificio de su parte”[58], y es este utilitarismo el que mata las naciones ya que los valores formadores pasan al olvido; actualmente esta figura del mercader puede ser reemplazada por un mal entendido sentido de globalización, en el que por insertarse al mundo y lograr un progreso efímero se olvidan los valores y tradiciones propias ; lo mismo dirá Francisco Antonio Encina en el texto “Causas de la decadencia del sentimiento de nacionalidad”[59] cuando dice “el comerciante para vender un producto extranjero debe hacer que su cliente renuncie a su deseo independentista (…) la penetración extranjera, realizada por medio del libro y en mucho menor escala por intermedio del viajero, ha obrado más o menor con igual fuerza sobre todos los aspectos del espíritu de nacionalidad”[60], y es esa influencia la que motiva el entreguismo, combinado también con el pago de Chile a sus héroes y valores formadores, traducido esto en el olvido y la amnesia adoptando tradiciones y cosas externas que nada tienen que ver con nuestra idiosincrasia.

 

En definitiva entonces, la respuesta a la tercera pregunta, es que la falta de identidad de un pueblo implica su destrucción, ó dicho de otro modo, la falta de identidad de los chilenos deriva en lo que son LAS BONDADES DE CHILE.

 

 

LAS BONDADES DE CHILE

 

Por la falta de un instinto conservador ó la salvaguardia de los valores formadores, lleva al abuso de entes o grupos fuertes que dominan a un grupo social sin identidad, y por lo tanto se traduce en el prontuario entreguista de Chile, desgraciadamente, y por las causas que a lo largo de este ensayo se han expuesto, este es un fenómeno que parte desde el mismo Chile, y es por eso que llega un pueblo extranjero con un sentido de identidad muy bien arraigado y se apropia de lo que es nuestro y a causa de esa amnesia no sabemos defender.

 

Sin embargo aun existen personas que intentan detener esta masacre que se está haciendo con la Patria, pero a causa de los entreguistas, que sembraron en el pueblo sentimientos de rechazo hacia las personas que hablan de la salvaguardia de los valores; acusándolas como las culpables de la no integración de Chile al proceso globalizador. Pero no hay que confundir globalización con entreguismo, son cosas totalmente distintas, es cierto que la globalización es un polo de desarrollo potente y que el no adaptado a ella está condenado a desaparecer, pero la adquisición de nuevas habilidades no debe mermar y no contribuyan a la amnesia de que somos victimas.

 

Pero ¿Qué son “las bondades de Chile”?, las bondades de chile son entonces el dejo entreguista que permite a los extranjeros apropiarse de lo que es nuestro y que finalmente nos deje sin Patria.

 

Chile ha tenido conflictos con tres Repúblicas de Sudamérica, a los que ha permitido ciertas “bondades” y es el caso de Perú, Bolivia y Argentina.

 Las Bondades con Perú se empezaron a notar en las guerras de independencia y posteriormente en el conflicto que este país enfrentó en 1866 contra España en que chile le prestó ayuda y no hubo retribución alguna, y el pago fue la alianza defensiva que concretara con Bolivia en 1873 que tendría por objeto sacar a Chile de los capitales salitreros, dando una tremenda bofetada a los que en algún tiempo los ayudaron y después traicionaron.

 Por causa de la Independencia del Perú, Chile contrajo una deuda externa fuertísima con Inglaterra para pagar la escuadra que daría libertad a los peruanos; sin embargo ellos no pagaron y el gobierno chileno nunca les cobró. Tampoco hubo pago por reparaciones de guerra que en 1836 se peleó para frenar los deseos expansionistas de Andrés Santa Cruz, y como tampoco pagaron, se confabularon en otra guerra (la de 1879) en que si hubo un pago de guerra como lo fue el territorio de la zona de Tarapacá, cosa que finalmente chile se merecía por todas las cosas que hizo por el pueblo peruano y este lo traicionó.

 

Una cosa similar pasa con Bolivia, en que las bondades de Chile para con el pueblo boliviano se traducen en la usurpación y regalo de un litoral, como lo fue la zona de Antofagasta, siendo que esa zona SIEMPRE FUE CHILENA, ya que la audiencia de charcas, que es la actual Bolivia, nunca tuvo acceso a mar, siempre fue mediterráneo, y aprovechándose de la buena disposición de los chilenos usurparon un territorio que proclamaron como el mar de Bolivia, legalmente los fundamenta un artículo de la constitución chilena de 1833 que reza “El territorio de Chile se extiende desde el desierto de Atacama hasta el cabo de hornos; desde las cordilleras de los andes hasta el mar pacífico, comprendiendo el archipiélago de Chiloé, todas las islas adiacentes(sic) i las de Juan Fernández”[61], y esa cita fue la que uso Bolivia para probar su salida soberana al pacifico, se firmaron tratados limítrofes en 1866 y 1874, sin embargo esta República los violó, desencadenando la guerra de 1879 en que intentaba apropiarse de una salitrera chilena, que pretendía llevar a remate el 14 de febrero de 1879, lo que impidieron las tropas chilenas al ocupar la zona de Antofagasta y recuperar lo que legítimamente era chileno, por lo tanto Chile nunca le robó el mar a Bolivia, sólo recuperó el regalo que el gobierno chileno hizo a la República de Bolivia  y que por traidores lo perdieron.

 

El último caso de estas Bondades en Sudamérica, porque hay otros más a nivel internacional, es lo permisivo que se es con la República de Argentina, pues desde 1881 hasta nuestros días se les ha entregado a los argentinos 8 territorios que eran chilenos, como lo son la Patagonia oriental en 1881 (1.000.000 de Km2), el meridiano de la tierra del fuego en 1892 (773 Km2[62]), la Puna de Atacama en 1899 (60.000 Km2), Valles andinos australes en 1902 (40.000 Km2), Alto Palena en 1966 (420 Km2), Canal de Beagle en 1984 (40 Km2 de tierra / 32.500 Km2 de mar), Laguna del desierto en 1994 (560 Km2) y la última de Campo de Hielo sur en 1998 (1.300 Km2). En que la Republica argentina ha sabido aprovechar muy bien momentos de crisis de Chile para robarnos territorio; pero las bondades con este país no solo se traducen en regalos limítrofes, sino que también a un problema energético como lo es el tema del gas; se sabe que Argentina esta violando un tratado, pero el gobierno de Chile barniza la situación con un efímero sentido internacional de desarrollo, siendo que cada día más Chile recibe menos gas porque simplemente no quieren reconocer que de nuevo estamos parados en un sesgo entreguista por causa de la perdida de la identidad nacional.

  

CONCLUSIONES

 

Como he dejado en claro es de suma importancia recuperar el sentimiento de la defensa de la Patria, ya que de no hacerlo corremos el riesgo de ser eliminados, lo que sería nuestra responsabilidad, por lo tanto, como lo he puesto en los temas desarrollados quien hable de la importancia de la Patria NO ES UN CRIMINAL, solo pretende pelear por el honor de la Patria y la libertad de esta ya que perfectamente podemos encontrar que se haya actualmente esclavizada por un mal entendido sentido de globalización que ha mermado su instinto de conservación.

 En el preámbulo puse una interrogante que de alguna forma es la conclusión de este trabajo ¿Chile se dirige por gente idónea o por unos miserables vende-patrias?

 

Y la respuesta es que nuestro país se dirige por VENDE-PATRIAS, que desconocen el legado histórico de la tradición militar y guerrera de nuestro país que tuvo que defender sus valores y tradiciones amenazadas por agentes externos. Pues, estos “politicastros” que nos gobiernan y que nada entienden de política, acusan a un patriota de nazi o un nacionalista entupido que no se abre a las posibilidades de desarrollo internacional, pero yo les digo que uno no deja de ser lo que es por adoptar nuevas herramientas como el Ingles y la informática, uno tiene una marca de clase que la llevará hasta su muerte, y quiéralo o no, uno en cualquier parte del mundo SERÁ CHILENO.

 

 

Camilo Osorio Gálvez

 

 

 

 

ANEXOS:

VINCULACIÓN DE ESTE TRABAJO CON GEOPOLÍTICA Y GEOGRAFÍA ECONÓMICA

 

 

A manera de una segunda conclusión de este artículo que al parecer tiene matices que más bien están vinculados a la rama de las Ciencias Políticas por su relación con la filosofía nacionalista-patriótica que rescata el sentimiento de identidad, por su contenido puede verse también una relación con ramas de Historia y Geografía, como lo es la Historia Militar y Política de Chile (por parte de la Historia); además se pueden encontrar relaciones con nociones de Geopolítica y Geografía Económica.

 

Se entiende por Geopolítica a aquella rama de la Geografía que estudia el impacto del medio ambiente geográfico con la política de una nación, es entones que en base a esta definición de geopolítica se puede obtener la relación de este trabajo con aquella rama, porque se ha estudiado el como la imagen y noción del concepto de Patria y Nación en base al territorio que le pertenece a cierto conglomerado de individuos se ha estado perdiendo por la falta de un sentido de identidad que proteja las tradiciones y valores formadores de nuestro País, también puede verse la relación con el dejo entreguista de chile en base a los regalos de territorios que ha hecho a sus vecinos sudamericanos, que justamente se demuestra una clara mala aplicación de la geopolítica en base a la forma de negociación y diplomacia en las relaciones entre Estados, y también puede verse asociación en la posterior consecuencia que el entreguismo territorial ha tenido en chile, porque basta solo ver cuanto territorio se ha perdido para observar el impacto que ha tenido en la administración y extensión de nuestro país, además que eso ha significado la perdida de recursos económicos de gran importancia para Chile; es con esto que se establece la relación con la Geografía Económica porque el caso más emblemático fue con la perdida de la Patagonia en que ahora se han descubierto depósitos de gas natural y muchos otros recursos que en su momento no se aprovecharon o se les dio poco valor, pero que sin embargo ahora adquieren gran importancia para la producción industrial de chile, pero que sin embargo ahora se encuentra con problemas con Argentina, ya que este último país se niega a enviar la cantidad estipulada en los tratados suscritos; otro ejemplo con de esta asociación resulta ser una de las definiciones que se dieron de Patria en que se dijo que “es la tierra que proporciona los recursos que permiten al individuo seguir viviendo”[63], con esta definición se obtiene que la primera noción de economía está vinculada con la Patria con una economía de subsistencia en que el individuo obtiene los recursos necesarios para su sustento; siendo tal cosa la Agricultura, base para los pueblos o grupos sociales incipientes, porque el cultivo de la tierra les permite seguir viviendo

 

Es con las relaciones mencionadas que este trabajo ya no es solo un discurso político insidioso que critica el dejo entreguista por mera apatía con el tema o por solo establecer una crítica a ciertos personeros, sino que la importancia de la protección y salvaguardia de las cosas que nos dan identidad adquiere una importancia preponderante ya que su perdida impacta gravemente en todos los aspectos de una sociedad.

 

 

 

BIBLIOGRAFIA

 

  1. Fustel de Coulanges; “La ciudad Antigua” (Editorial Emecé, Buenos Aires, 2° edición 1951)

  2. Enrique Campos Menéndez, et al; “Pensamiento Nacionalista” (Editorial Gabriela mistral, 1° edición 1974)

  3. Francisco Frías Valenzuela; “Manual de historia de Chile” (Editorial Zig-Zag 18° edición 1999)

  4. Mario Verdugo M.; “Manual de derecho político” tomo 1 (Editorial Jurídica de chile. 3° edición año 2000, Santiago de Chile)

  5. Osvaldo Silva Galdames “Historia de chile” (Diario la tercera, año 2005)

  6. Fabio Vio Valdivieso; “El diferendo chileno-argentino en la zona del Beagle” (Editorial del pacifico, 2° edición 1972)

  7. Thomas Holdich; “¿Territorio en disputa?” (Editorial del nuevo extremo 2° edición 1985)

  8. Jaime Eyzaguirre; “Breve Historia de los límites de chile” (Editorial universitaria. 12° edición, santiago de chile año 1982)

  9. Omar Gutiérrez Valdevenito; “Sociología Militar” (Editorial universitaria, santiago de chile, año 2001)

  10. Gonzalo Bulnes; “Guerra del Pacifico” (Editorial del pacifico, Santiago de Chile, 1913-1919)

  11. Abraham Quiroz; “Epistolario” (Editorial Francisco de Aguirre, Buenos Aires Argentina, 1° edición 1976)

  12. Hipólito Gutiérrez; “Crónica de un soldado en la guerra del pacífico” (Editorial Francisco de Aguirre, Buenos Aires, Argentina, 1° edición 1976)

  13. Colección “Grandes figuras de nuestra historia” (Manuel Reyno Gutiérrez. Diario La Nación, año 1989)

  14. Theodorus B. Mason “The war in the pacific south between Chile and the allied republics of Peru and Bolivia” (Naval office of intelligence of Washington )

 

 

En la Web:

 

www.soberaniachile.cl

www.centroestudios.cl

www.lircay.org

www.despiertechile.cl

www.bcn.cl

www.memoriachilena.cl

www.guerradelpacifico1879.cl

 


 

[1] La alocución usada corresponde a una marca personal y hace alusión a aquellos personeros que nada entienden o nada saben de política

[2] Lo expuesto en este ensayo es de mi exclusiva responsabilidad, por lo tanto la libero a quienes se hagan vehículo para la transmisión y difusión de este trabajo

[3] carta de Abraham Quiroz a su padre Luciano Quiroz contenida en el “Epistolario” escrito por aquel soldado (carta 1ª  23/ julio de 1879)

[4] Fustel de Coulanges “La ciudad antigua” (Buenos Aires, Argentina. Editorial Emece. 2ª edición, 1951) Página 274

[5] Fustel de Coulanges; Opus cit , Página 275

[6] no menciono como inicio del proceso de formación del concepto de patriotismo y morir por la patria las guerras de Arauco y sus actores indígenas porque entre ellos no existía la conciencia de defender una patria-nación

[7] Aunque no olvido el detalle de que después los naturales lucharon contra sus connacionales, manteniéndose en estado de guerra  durante 329 años. (desde 1541 en que Valdivia inicia la conquista de Chile, hasta la paz que la República pacta con ellos en 1870 en el cerro Nieñol)

[8] Aunque técnicamente Chile era independiente desde el 12 de febrero de 1818, fecha en que se proclamó el acta de independencia.

[9] Derecho inalienable, inamovible e inherente de la persona humana

[10] No hablaré mayormente de los sucesos citados, ya que su proceso se encuentra ya muy bien estudiado por los historiadores.

[11] Aunque también hubo motivantes económicos como el monopolio comercial que tenía España con sus colonias, lo que hacia imposible el comercio con otras partes del mundo y, además, al venir desde España los productos más caros, tenía en una grave situación económica a las colonias de Sudamérica.  

[12] Reglamento constitucional provisorio de 1812; Artículo cinco

[13] Por eso no menciono como inicio del sentimiento patriótico a las guerras de Arauco, porque los nativos no tenían la conciencia de defender una Patria-nación

[14] Guillermo Feliu Cruz  “Patria y Chilenidad” (prologo sacado del texto “DOS SOLDADOS EN LA GUERRA DEL PACIFICO” de Abraham Quiroz e Hipólito Gutiérrez; editorial Francisco de Aguirre, Buenos Aires, Argentina; 1ª edición. 1976)

[15] Si bien es cierto la independencia se consolido oficialmente en 1818 con la batallas de Maipú y Chacabuco, pero los últimos bastiones españoles fueron expulsados en 1820 por Lord Cochrane en Valdivia y en 1826 con la incorporación de Chiloe al territorio de Chile, que se consiguió tras la derrota de Antonio Quintanilla en las batallas de Pudeto y Bellavista, lo que concluyo con la firma del tratado de Tantauco el 19 de enero de aquel año.

[16] No menciono las guerras civiles que enfrentaron a los chilenos en la época post independencia, ni el periodo llamado guerra a muerte porque las examinaré en la parte de “Nación y nacionalismo” de este texto.

[17] Hay quienes deben esta derrota a la extenuación de los soldados en la tierra peruana, pero un detalla a pensar es que el comandante de las tropas era de nacionalidad Argentina, por lo tanto, no sentía la responsabilidad y el amor hacia la patria chilena como para defenderla hasta la muerte.

[18] Uso la alocución no con ánimo de desdén o desprecio, sino que con un profundo respeto; el que esta figura se merece.

[19] Francisco Antonio Encina; citado por Guillermo Feliú Cruz en el texto prologar de “Dos soldados en la guerra del pacifico” Titulado “Patria y Chilenidad”

[20] La derrota no significo indemnización de guerra para Chile, no hubo reparaciones por parte del enemigo.

[21] Este tópico limítrofe lo examinaré más profundamente en el subtema “las bondades de chile”, haciendo relación al prontuario entreguista

[22] La alianza con Argentina no llegó a concretarse.

[23] Consagrada en el tratado con fecha de 6 de Febrero de 1873 que suscribieron ambas repúblicas con el fin de establecer ayuda mutua en caso de peligro.

[24] No mencionaré mucho lo que fue el desarrollo del proceso, ya que eso se encuentra estudiado ya por los historiadores.

[25] El ejemplo de la relación Patria-Religión en Chile se encuentra en muchos casos como la promesa hecha por los padres de la Patria a la virgen del carmen en la batalla de Maipú, que tras la victoria se construyó un templo dedicado en su honor. Otro es que varios de nuestros héroes patrios se encuentran enterrados y/o recordados en la catedral de santiago.

[26] León Duguit en “Soberanía y Libertad”; citado por Mario Verdugo en “Manual de Derecho Político”( Editorial Jurídica de Chile, Santiago de Chile, 3° edición, año 2000) tomo 1, página 104

[27] Enrique Campos Menéndez, et al, ”Pensamiento Nacionalista” (Editorial Gabriela Mistral, 1° edición 1974, Santiago de Chile)

[28] Enrique Campos Menéndez, et al; opus cit.. Página 85

[29] Sergio Miranda Garrington “Raíces ideológicas del Nacionalismo Europeo” en “Pensamiento Nacionalista” compilado por Enrique Campos Menéndez; página 86

[30] Cfr. Páginas anteriores de este texto

[31] He ahí que se fomenta la formación de un imperio político y territorial, porque existe otro más poderoso que es capaz de subyugar al individuo a su entera voluntad.

[32] Sergio Miranda Garrington; opus cit. Página 88

[33] Reconocidas como tal; aunque en el siglo XX se han visto enfrentamientos entre connacionales no han sido considerados aún como guerras civiles.

[34] Tratado firmado el 3 de Mayo de 1814  entre las fuerzas realistas al mando de G. Gainza y las patriotas al mando de B. O´Higgins. En el se acordó el abandono del territorio nacional por parte de las tropas españolas y el reconocimiento por parte de Chile a la autoridad de Fernando VII.

[35] No considero el periodo llamado “La guerra a Muerte” como una guerra civil porque no fueron solo chilenos los que se enfrentaron, sinó que fueron chilenos (valga la redundancia) por un bando y por el otro hubo españoles, chilenos e indios; y se da guerra civil cuando el enfrentamiento es entre connacionales.

[36] A ese diferendo hay que agregar el problema del Estanco al tabaco, los vinos y naipes cedido a la firma Portales y Cea compañía, que al no cumplir las expectativas esperadas, provocó una crisis económica en el País.

[37] Era el apelativo con que se conocía a los conservadores, dada su condición de aristócratas.

[38] Francisco Frías Valenzuela “Manual de Historia de Chile” (Editorial Zig-Zag, santiago de Chile, 18° edición 1999) página 260

[39] Nombre completo de  don Diego Portales; nació en 1793 y muerto en 1836. Hijo de don José Santiago Portales y Larraín Meneses Andía e Irarrazabal y de doña María Fánez de Palazuelos Acevedo y Borja.

[40] El quiebre de los conservadores fue producto de la llamada “cuestión del sacristán” en que se dio el problema de la intervención estatal en asuntos religiosos y viceversa.

[41] También terminó con su vida ya que decidió suicidarse el 19 de septiembre de 1891, en la legación argentina, no sin antes dejar un testamento político dejando sus impresiones sobre lo que vendría en el gobierno de Chile con la revolución.

[42] No me he referido a los conflictos con la Araucanía, guerras en las que enmarcan siglos de historia, porque las guerras civiles son por motivos nacionalistas que tienden a velar por el progreso y desarrollo del Estado, y los pueblos de la Araucanía no se han institucionalizado en un Estado autónomo.

[43] Ediciones Occidente “Gran diccionario enciclopédico ilustrado” (Ediciones Occidente, Santiago Chile, 4° edición 1991) página 609

[44] Cfr. Páginas anteriores de este texto.

[45] Aunque si bien es cierto  dentro de estos grupos existía una identidad colectiva, no se puede hablar de una Identidad Nacional porque no tenían una organización en base a una Nación.

[46] Aunque desgraciadamente poco tiempo alcanzaría a gozar de los dineros provenientes del salitre por la aparición del salitre sintético Alemán, mucho más barato y con las mismas ventajas.

[47] Nombre completo de Santiago Bueras, según su fe de bautismo, fechada el 8 de mayo de 1786.

[48] Por Juan José y Luis Carrera, fusilados en Mendoza el 8 de abril de 1818

[49] Manuel Reyno Gutiérrez “Grandes figuras de nuestra historia” (Diario La Nación, Santiago de Chile, año 1989) Tomo 6, páginas 43-44

[50] Aunque al momento de la batalla Carrera Pinto ostentaba el grado de teniente, ya había sido expedido el decreto que lo ascendía a capitán, solo que Él nunca lo supo.

[51] El monitor Huascar, barco blindado con armas y velocidad muy superiores a la Esmeralda, una barca vieja que muy poco podía resistir.

[52] Apelativo que también se ganaría Arturo Alessandri Palma.

[53] Jorge Inostrosa “Adiós al Séptimo de Línea” tomo 2 (Editorial Zig-Zag 9° edición, año 1969) página 264

[54] Jorge Inostrosa; Opus Cit. Página 270

[55] El enfrentamiento comenzó a las 14:30 del día 9 y terminó a las 10:30 del día 10 de Julio.

[56] Carta enviada por Ignacio Carrera Pinto a Juan Gastó en respuesta a sus amenazas; en la que sellaba su destino y sentencia de muerte.

[57] En “Pensamiento Nacionalista” de Enrique Campos Menéndez.

[58] Nicolás Palacios, Opus cit. Paginas 165-166

[59] Compilado en el mismo texto de Enrique Campos Menéndez

[60] Francisco Antonio Encina. Opus Cit. Página 185

[61] Constitución Política de Chile de 1833. capitulo 1 “del territorio” artículo 1

[62] Km2= kilómetros cuadrados.

[63] Cfr. Paginas anteriores

 

 

 

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Última modificación: 26 Enero 2006